Hola de nuevo y scusate il ritardo. ¿Os suena? Es el mensaje que lanzó al mundo Valentino Rossi el día de la consecución de su octavo título mundial, el año pasado, en Motegi. Viene a cuento para disculpar tanta demora entre un post y otro a la vez que hila con una cuestión que me está rondando por la cabeza hace días. Exactamente desde el pasado dos de febrero, día de la presentación virtual, por Internet, de la escudería Fiat Yamaha de Rossi y Jorge Lorenzo. Por recorte de gastos, no hubo presentación multitudinaria, como el año anterior, en Turín, ocasión en la que viví una anécdota que plasmé en el AS del 19 de enero de 2008 y que me lleva a preguntarme lo siguiente: ¿Qué dirá ahora Massimo, aquel taxista de Turín?
Para los que no la leyerais en su momento, aquí está la intrahistoria ya publicada a la que me refiero:
La conversación discurrió durante los veinte minutos que separan el hotel NH Santo Stefano del Auditorium Giovanni Agnelli. Al volante va Massimo Gurlino, un simpático taxista que ronda los cincuenta años y que tifa por el Torino. “En Turín casi nadie es de la Juventus, casi todos preferimos al Toro”, asegura después de preguntar si me dedico al canto, por eso del desplazamiento al auditorio. Le contesto que no, que soy periodista y que me dirijo a la presentación de la escudería Fiat Yamaha de Valentino Rossi y Jorge Lorenzo. Me quedo a la espera de palabras de elogio para El Doctor pero Massimo me sorprende con esta sentencia: “Valentino este año tampoco gana el Mundial”. Tras encajar la sorpresa, le imagino como un ducatista exaltado que espera ver repetir título a Stoner o que confía en el fichaje de Melandri, pero no es así, su razón es otra.
“Fiat es gafe”, dice mientras se lleva las manos a sus partes nobles. Es un gesto que los italianos hacen para espantar la mala suerte. Y añade: “Todo lo que ha patrocinado Fiat en los últimos diez años ha ido mal. Cuando Ferrari llevaba su nombre bien grande en el frontal de sus monoplazas no ganaba nada y tuvo que ponerlo en pequeño para que llegaran los resultados. Lo mismo pasa con la Juventus. Es el equipo de los Agnelli y ni ellos quieren llevar su propio nombre en la camiseta. Y Rossi ya lo pasó mal el año pasado, así que no tiene nada que hacer. Es algo que en Turín sabe todo el mundo y es más que una leyenda”.
Al intentar desmontar su teoría recordándole que su herramienta de trabajo es un Fiat Multipla, Massimo también tiene respuesta: “Es normal. Si se me estropea me lo arregla el primer mecánico que vea, por malo que sea. Es como un Seat en España. Su amigo Lorenzo no sabe dónde se ha metido. Ya puede advertirle”. Mejor no hacerlo.
He de decir que uno de los que más me animó a recuperar esta historia es mi colega Víctor, de Onda Cero Valencia, un motero confeso al igual que su chica, Irene, y rossimaníacos a muerte ambos. La conclusión es clara: Valentino puede hasta con los gafes, al menos en 2008.
Lo que está por ver es lo que nos deparará esta temporada. Esta primera semana de febrero ha servido para que se reinicie la pretemporada de MotoGP en el circuito malayo de Sepang. Os propongo hablar largo y tendido de ello la semana que viene o incluso en los comentarios que dejéis en este post, pero antes me gustaría recapacitar sobre otros detalles.
En este post adjunto el PDF de las dos páginas que dedicamos a las presentaciones de la escudería del Fiat Yamaha del año pasado y de éste. Como se puede apreciar, en la de 2008 ambos posaron juntos, pero en la de 2009, aunque Rossi y Lorenzo aparecen el uno al lado del otro, la imagen es un fotomontaje. Se nota en la mirada. Quedaría en anécdota de no ser porque este año, en el que ya tendrán la misma marca de neumáticos en sus M1, persiste el muro que separará ambas zonas de trabajo y el distanciamiento es mayor incluso que antes. Ha sido así a petición de Valentino, lo que yo entiendo como una señal de debilidad impropia en un campeón como él. ¿Cuántas décimas por vuelta perdería respecto a Jorge por la inexistencia de ese dichoso muro? Seguramente, ninguna.
Volviendo a Stoner, que para mí es el gran favorito al título porque la Desmosedici GP9, la del chasis de fibra de carbono, es aún mejor que la GP8, señalar que tenía ese día para todos y que también le mandó un viaje a Pedrosa: “Para mí, cada piloto del paddock tiene puntos débiles y los de Dani son demasiado grandes. Tiene puntos muy fuertes, pero también algunos muy débiles. Ése es su problema y puede que la razón por la que encuentra dificultades. Cuando es rápido, es increíble. Su principal punto fuerte es que, cuando está todo en su sitio, es muy complicado batirle. Pero cuando las cosas no están donde tienen que estar, es muy fácil ganarle”. Parece bastante soberbio, ¿no creéis?