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Roles españoles en la Euroliga

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Con sólo dos jornadas disputadas, todavía hay que hablar de previsiones y apenas de primeros síntomas, y más en una competición como la Euroliga cuya primera fase permite partidos mejores y peores, con mayor y menos tensión; una fase de simple posicionamiento que, aún así, permite hacer los primeros y algo precipitados ajustes sobre los planteamientos iniciales. Planteamientos que apuntan al lugar que pueden y deben ocupar los equipos españoles en Europa, tomados de forma individual y también como conjunto.

Cuando hablé de la transacción de jugadores de la NBA a Europa ya dejaba ver una preocupación creciente basada en la posible pérdida de jerarquía de los equipos españoles en el baloncesto continental. Un temor que partía de la sospecha de que seguía siendo posible situar hasta a cuatro equipos españoles entre los diez o doce mejores del continente (una significativa proporción) pero se hacía más difícil cada vez más difícil, al mismo tiempo, aupar a alguno de ellos al grupo de los dos o tres grandes aspirantes al cetro de la Euroliga. Una sensación que se ha extendido en las últimas temporadas, mientras los equipos ACB entraban con regularidad en el Top 16, en los cruces de cuartos e incluso en la Final Four (con el Tau como constante más regular), pero sin poder, en el momento definitivo, dar réplica a los CSKA, Maccabi, Panathinaikos… Una sensación recrudecida por los movimientos cada vez más fuera de mercado de los nuevos ricos rusos y los clásicos griegos, que fichan lo que otros sueñan y alimentan una posible fractura que amenaza con convertir a los equipos españoles en eternos eliminados en cuartos o en habituales de la final de consolación de la Final Four.

Barcelona y Tau presentan credenciales

Ahora, con la competición todavía arrancando (a nivel doméstico y continental) sigo sin ver de forma rotunda a ningún equipo ACB entre los dos o tres grandes favoritos para ganar la Euroliga. Sin embargo, Barcelona y Tau transmiten buenas sensaciones. Y no sólo porque han ganado sus dos primeros partidos. Los vitorianos tienen el aval de la competitividad, de su extrema fiabilidad, pero también de un arranque en el que parece que las ideas de Ivanovic calan sin chirriar (importante para un entrenador tan maniqueo, capaz de sacar lo mejor o lo peor de un jugador y una plantilla), con Rakocevic muy enchufado, Teletovic creciendo cada vez más y McDonald y Mickeal muy centrados. Si añadimos a un Prigioni hasta ahora renqueante y a un Splitter que acaba de salir de una lesión y empieza a entrar en calor (una fuerza de desequilibrio en el juego interior como pocas en Europa) tenemos una plantilla de lujo al servicio de un equipo que se ha acostumbrado a llegar lejos.

Hablar del Barcelona como aspirante parece oportunista pocas horas después de su espectacular exhibición ante Panathinaikos. Pero es que el partido pareció mucho más un síntoma que una circunstancia. Xavi Pascual superó su examen ante Obradovic y el equipo azulgrana va cuajando como un bloque sólido más allá de su imponente conjunción de estrellas. Ilyasova apunta a convertirse (si no lo es ya) en uno de los 4 más importantes de Europa. Voraz en el rebote, intimidador en defensa y polivalente en ataque. Una joya que forma un juego interior apabullante junto a Santiago, Vázquez y Andersen (todavía en proceso de aclimatación)…el Barcelona se permite no dar minutos a Trías y tiene una batería exterior excelente con Barton, Basile, Lakovic y un Navarro que se ha puesto al mando en cuanto se ha encontrado en buenas facultades físicas. Si el puesto de base no renquea a la hora de la verdad y si Xavi Pascual sigue imponiendo su trabajo a su inexperiencia, el Barcelona parece el equipo español con más artillería para aspirar al título. En ese sentido, el partido contra Panathinaikos, perfecto desde el primer minuto (72-45 al término del tercer cuarto) tuvo algo de catarsis, de reafirmación y comunión con el público del Palau.

De Unicaja a Real Madrid y Joventut

Unicaja aparece en un nivel intermedio porque su arranque de temporada está resultando mucho más saludable que el del Real Madrid pero su plantilla (muy competitiva) parece algo menos fastuosa que las de Tau y Barça. Unicaja tiene a Aíto, lo que para mí siempre es un factor diferencial positivo, equilibrio en todas las facetas del juego y carga atlética (no exenta de calidad) para jugar al gusto de su entrenador.

Del Real Madrid ya hable antes del arranque de temporada y, por ahora, hemos visto lucir casi todos los defectos y pocas de las teóricas virtudes. Las mejores noticias son Llul y un Hosley que parece en un buen proceso de integración (todo lo contrario que un totalmente descentrado Massey) que trabaja muy duro en las dos zonas pero que, en último término, parece más un excelente jugador de equipo que una estrella. Esa faceta la tiene vacante el equipo de un de nuevo poco flexible y desconcertante Plaza si se deja al margen al tremendo Felipe Reyes. Bullock está (veremos) o en una pretemporada muy larga o en el comienzo de su declive. Raúl sale de una lesión, Lazaros no ha plasmado la mejora de verano en la competición real y, además, hay jugadores que parecen fuera de sus habituales cabales, caso de un Hervelle irreconocible. Así las cosas, a los optimistas sólo les queda creer en aquellos que hablan de una preparación pensada para funcionar donde el año pasado se falló. Porque ahora, en el corto plazo, este Madrid no ofrece ninguna garantía. En Belgrado se desintegró cada vez que Partizan afinó la muñeca. Sin trazas de equipo grande no supo rehacerse a la calidad local (Tepic, Rasic…) o a la casera actuación arbitral. Se desangró en el rebote, no tuvo tiro exterior, y Hosley y Llul remaron en solitario con menos ayuda de la habitual de un Felipe que está jugando al límite de sus posibilidades físicas. Una lesión del cordobés, ahora mismo, sería un drama de magnitud incalculable para este Real Madrid en busca de identidad, de buenas noticias…

El DKV, obviamente, no tiene las exigencias del resto de equipos españoles, pero está consiguiendo que su equipo pinte mejor de lo previsto tras la salida de Aíto y Rudy Fernández. Aún así, es el equipo español con menos presión en esta competición y su máxima aspiración debería ser, salvo sorpresa positiva, el Top 16, con Sito Alonso pasando reválidas y una plantilla que tiene que jugar conforme a sus posibilidades. El juego exterior es de primer nivel con Ricky Rubio (su vuelta dará un gran empujón a la Penya), Mallet (que necesita más minutos de refresco, algo que también llegará con el regreso de RR), Wright, Laviña, Ribas, Jasaitis… el gran problema está en el puesto de pívot, sin un especialista puro y con el tremendo Mensah-Bonsu multiplicándose (casi 30 minutos jugados y 37 de valoración –MVP de la jornada- en la derrota en Roma).

Por lo demás, pocas sorpresas, una de las mayores la imagen (más allá de la derrota) de impotencia del Panathinaikos en el Palau. Apuntan alto por supuesto CSKA y un Olympiacos que dio la sensación ante Unicaja de ganar sin pisar el acelerador y sin mostrar más que algunas bazas de un arsenal a priori casi ilimitado. De nuevo es un placer ver jugar a Montepaschi y Maccabi, que me generaba muchas dudas, parece que está una vez más condenado a se muy competitivo. Ante Air Avellino, Carlos Arroyo dejó muchos destellos de showtime al estilo NBA. La próxima jornada traerá más partidos importantes: DKV no debería fallar en casa ante Fenerbahce (un buen día para calibrar posibilidades) y Barcelona y Real Madrid afrontan dos choques de altos vuelos. Los de Xavi Pascual en Siena y los blancos, ya con una importante carga de ansiedad, nada menos que ante el CSKA de Moscú… previo paso por Vitoria para medirse al Tau. Semana tremenda para los blancos, que después viajan a Badalona. Los más optimistas verán una ocasión para que el equipo de Joan Plaza comience a enderezar el rumbo. Pero, a la vista de la situación actual del equipo, el primer impulso es echarse a temblar porque dentro de poco más de una semana podemos hablar de la primera situación crítica para el Real Madrid con la temporada todavía desperezándose. Un problema para un equipo que no debería pedir cargas ligeras sino espaldas fuertes…