Nadal coge carrerilla

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Tomás de Cos

Rafa Nadal parece destinado a la medalla de oro. Su progresión en lo que va de año y el tenis que ha exhibido en el Centro Olímpico de Tenis de Pekín en los últimos dos días, así lo indican. Ante el moscovita Igor Andreev, afincado en Valencia, ha ratificado todas las grandes sensaciones ya mostradas ante Hewitt.

Su gran estado de forma y la descomunal confianza que tiene en sus posibilidades le convierten en un rival prácticamente imbatible. Hoy Andreev sacó bien y se vació golpeando con su derecha en la primera manga. Pero acabó derrotado e impotente ante las incansables piernas del español. En el séptimo juego (tras el 3-3) Nadal subió la intensidad, dio un paso adelante y cambió el ritmo. Una demostración de potencia controlada con un certero mensaje: hasta aquí has llegado. El gladiador también juega dobles y sabe que debe ahorrar energías.

Una vuelta de turca suficiente para que el ruso perdiera la iniciativa y se dedicase por entero a perseguir la pelota de un lado a otro de la pista. Con la posición perdida Andreev ya no llegaba cómodo a la bola y sus errores no forzados se multiplicaban. Nadal sólo le ofrecía dos opciones: correr detrás de la pelota hasta quedarse corto y regalar el punto; o jugársela a la desesperada y ahorrarse alguna carrera. Un rodillo capaz de agotar y desesperar a cualquiera. Lo de menos fue el resultado: 6-4 y 6-2.

Nadal ha declarado que Roger Federer es el favorito pero en su fuero interno sabe que él gana en todas las apuestas para el oro olímpico. Su mentalidad y el momento dulce que atraviesa le señalan. Pero hasta ahora le ha ido muy bien traspasándole toda la presión a su compañero de finales en los últimos cuatro años. En cualquier caso, parece más complicado un hipotético cruce de semifinales con el serbio Novak Djokovic que una final con Mr Perfecto. Al suizo le tiene tomada la medida y cuenta con la ventaja de que el último partido se disputa al mejor de cinco sets. Pero hasta entonces el nuevo número uno del mundo sólo piensa en el austríaco Melzer, tenista con el que aún no se ha enfrentado nunca.