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Nadal y Ferrer debutan con victoria

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Tomás de Cos

Los dos españoles titulares en Shanghai abrieron la competición dando con un golpe seco y grave sobre la pista del Qi Zhong Stadium. De la mejor forma posible, aunando victoria y buen juego. Rafa Nadal, idolatrado en China, doblegó a un talentoso Richard Gasquet en tres sets, por 3-6, 6-3 y 6-4 en el primer partido de la competición. A continuación, David Ferrer dio la gran campanada ante Novak Djokovic, en un partido brillante que acabó con un doble 6-4.

Rafa Nadal hizo buenos los pronósticos en un encuentro con trampa y superó mentalmente al talentoso tenista de Beziers, que suma todos los encuentros con Nadal por derrotas. El mejor jugador francés del momento, número ocho del mundo, consiguió sorprender al manacorí en la primera manga a través de un tenis rápido y variado. Gasquet enlazaba buenos primeros saques y zambombazos con su derecha y su prodigioso revés con ajustadas dejadas en busca de que los puntos no entraran en tediosos peloteos desde el fondo de la pista. Un break en el octavo juego le permitió anotarse la primera manga por un engañoso 6-3, que no reflejaba la diferencia real de juego. A pesar de lo que pudiera parecer el set se decidió por pequeños detalles, como la mayor decisión en ataque del tenista debutante.

Sin embargo, Nadal advirtió a tiempo los problemas en su juego que permitían a Gasquet ponerle en problemas. Dio un paso adelante y puso un plus extra de agresividad en su juego. Ello unido a un nivel de intensidad más en sus piernas bastó para que los tremendos palos del francés dejaran de parecerlo tanto. Bien es sabido además que el tenis es un deporte en el que la mente lo es todo. Nadal apretó los dientes y empujó a Gasquet esperando el momento en el que su rival perdiera un poco de fe. Y el momento no tardó en llegar. Un remate sencillo y cómodo para Gasquet en el cuarto juego obró el milagro. El francés comenzó a dudar y Nadal encontró el resquicio definitivo para dar un paso al frente. El juego acabó en break (3-1) y acabó marcando el devenir del segundo parcial. Todo ello a pesar de que momentáneamente Gasquet le devolvió la rotura y pareció ser capaz de igualar a tres juegos. Pero no ocurrió. El número ocho del mundo entregó de nuevo el servicio, en esta ocasión en blanco, de forma inexplicable. Y para ese entonces Nadal ya había alcanzado su velocidad de crucero.

El tercer y definitivo set también acabó cayendo de lado español. Rafa Nadal recibió el apoyo de los suyos junto a una instrucción clara. Ahora es el momento. Corría el quinto juego y servía Gasquet. Y Nadal jugó más agresivo que nunca. Se tapó el revés con insistencia buscando dominar los puntos con su demoledora derecha y se dispuso a meter mil bolas dentro. La táctica volvió a dar resultado. Gasquet sentía su aliento en el cuello y era víctima de la ansiedad y la precipitación. Al servicio Nadal confirmó el break y mantuvo con solvencia la ventaja hasta el final del partido.

Nadal resolvió con la fortaleza mental que le caracteriza un debut complicado por las características del rival y que a buen seguro le llenará de confianza para los próximos duelos.

Ferrer, maestro brillante

Si Nadal estuvo notable lo de Ferrer fue sencillamente sobresaliente. El alicantino saltó a la pista convencido de que ninguno de sus rivales de grupo es mejor que él. Y acabó haciéndoselo comprender al propio Novak Djokovic, que aplaudió varios de los sensacionales puntos conseguidos por el español. Nada cabe objetarle a ninguno de los dos tenistas, pues serbio y español se vaciaron en un duelo brillante y cargado de intensidad y exigencia física de principio a fin.

Ferrer no se concedió un sólo juego de titubeo y mostró una firmeza al servicio encomiable. En el primer juego del partido demostró ser el mejor restador del circuito -así lo demuestran las estadísticas- y rompió el servicio a un descolocado Djokovic. Un tempranero golpe que le acabó costando muy caro al número tres del mundo. Porque Ferrer siempre mandó en sus servicios y apenas concedio opciones de break. En la primera manga sólo perdió cinco puntos jugados con su servicio, tres con el primero y dos sobre el segundo. Una actuación sencillamente impecable.

Djokovic se empeñó en demostrar su mejor versión y acabó consiguiéndolo. Pero siempre al servicio. Incrementó la potencia y la colcación de sus golpes pero las piernas de Ferrer le olbligaban a ganar el punto cuatro y cinco veces. Otra cosa era jugar al resto, donde David Ferrer rozó la perfección, lo que acabó definiendo el 6-4 final.

Aún así el serbio no bajó los brazos nunca. Ni durante el primero ni durante el segundo parcial. cada vez estaba más metido y golpeaba con más fiereza a la bola entre los gritos de admiración del público que asistía al partido en directo. En el segundo set evitó más los peloteos de fondo, durísimos y muy intensos, y buscó más la red. Incluso mostró su especial mano para ejecutar dejadas. Pero el bajón físico de Ferrer no llegó y Djokovic empezó a desesperar. Buscó ganar los puntos cada vez más deprisa al resto y sus errores no forzados se multiplicaron mientras Ferrer continuaba agarrado a la pista con uñas y dientes.

Al contrario que en el primer set, el segundo se decidió en su tramo final. Con el sudado empate a cuatro conseguido por Ferrer, que salvó varias bolas de rotura en sus últimos servicios, el alicantino volvió a mostrar su destreza en el arte del resto. Fijó su mirada en el lanzamiento de bola del rival para leer con antelación sus intenciones y colocó todas las bolas dentro. Con una actitud elogiable a Djokovic no le tembló el pulso y golpeó la bola con más intensidad que nunca pero David le subió en la mecedora y lo movió con paciencia hasta encontrar el golpe ganador. Brillante, magistral.

Con el servicio que le había mantenido firme durante todo el encuentro acabó Ferrer por poner la guinda al que probablemente ha sido su mejor partido esta temporada. Lo cual ya es decir mucho. No sintió el mazazo de comenzar perdiendo el último juego merced a una potente y proverbial derecha paralela de Djokovic. Y tampoco tembló cuando Nole dispuso de una bola de break (30-40), anulada con un saque directo. Ferrer hizo bueno el dicho de quien 'la sigue la consigue' e insistió en atacar con su derecha. Djokovic fue capaz de levantar la primera bola de partido pero se le atrangantó la segunda. Su revés cruzado tocaba la cinta de la red, de la que en voz alta se había quejado Ferrer minutos antes, y voló hacía el pasillo de dobles. Ferrer fue más Ferru que nunca y salió por la puerta grande en su debut en la torneo de maestros.