Chris Moss, fiabilidad de puntillas
Algunos de los jugadores norteamericanos que llegaron en los ochenta y noventa a la liga española dejaron una huella difícil de borrar en sus equipos e incluso se convirtieron durante mucho tiempo en símbolos de identidad. Sin embargo, en los últimos tiempos raro es el caso de jugadores que permanecen durante numerosas temporadas. Una situación singular es la de Chris Moss, un pívot que no llama la atención pero que cualquier equipo medio de la ACB prefiere para sus filas.
El estadounidense Chris Moss nació hace 27 años en Columbus, en el estado de Ohio, y ya es el jugador extranjero que más temporadas ha estado en un club de las plantillas actuales ACB. La historia de amor con Menorca se inició hace ya cinco temporadas, cuando el club buscaba el ansiado ascenso desde la LEB y en verano de 2003 encontró a este pívot en las filas de un equipo francés tras su fugaz paso por el Hapoel Ironi Nahariya donde apenas disputó cinco partidos.
Algunos consideran a Moss por su altura -2,04- y movimientos más como un ala-pívot, pero en la plantilla balear apenas hay dos hombres que superen su estatura y puedan ejercer de pívot ‘dominador’. Por este motivo, Moss ha tenido que adaptar su rol en el equipo y ha sabido buscarse bien sus oportunidades para ayudar a que el CB Menorca permaneciera en la ACB.
En su primer año en la máxima categoría promedió 14 puntos y 7 rebotes por partido, un año después llegaba a los 13,38 tantos y mantenía sus 7 capturas pero con un gran final de temporada facilitó la permanencia de los isleños en la máxima categoría y a él le proporcionó el galardón de ‘Jugador del mes de mayo’ (tras tres nominaciones semanales).
Desde la sombra
Lo que más llama la atención de este jugador es que sabe desaparecer en el campo y encontrar huecos para unas canastas que le han llevado hasta un 57% de efectividad en tiros de dos en la presente temporada a pesar de que su equipo no puede competir con el poderío interior de la mayor parte de sus rivales. Nadie duda de que seguirá sumando entre los mejores números y estadísticas pero rara vez llamará de manera sobresaliente la atención, lo que le permitirá continuar con su juego en la sombra. La posible incorporación de Ratko Varda también le podría permitir en el futuro aprovechar que el gigante serbio atrajera más defensas en la zona y exlotar más aún los espacios libres.
Pero además de sus aportaciones deportivas el club sabe que cuenta con un hombre comprometido y profesional en su trabajo que sentirá las derrotas y victorias como un seguidor más. Considerado por la revista del ViveMenorca como “casi patrimonio del club”, está claro que la relación con el equipo ha sido y seguramente será satisfactoria para ambas partes. De hecho, este verano rechazó algunas propuestas de equipos teóricamente más ‘grandes’ como el Estudiantes y decidió renovar por lo que él llama su “segunda casa”. Todo un ejemplo de fidelidad tan eficaz como su juego.
Os dejo con este vídeo de las mejores jugadas de la jornada anterior entre las que nuestro invitado de hoy a Campo Atrás aparece en la tercera posición (siempre la élite pero pocas veces la estrella).