NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Extranjeros en la ACB

Ampliar

En el Tau Cerámica jugarán como ‘españoles’ desde el inicio de temporada el argentino Pablo Prigioni, el brasileño Tiago Splitter y el estadounidense Will McDonald. Más allá de la polémica de los últimos días sobre la legalidad del pasaporte del ex jugador de Estudiantes, la cuestión es si esta situación beneficia o perjudica a los nacionales.

El equipo baskonista es un club puntero en España y Europa y, por tanto, su ejemplo puede ser paradigmático para ilustrar la situación de equipos que terminan su plantilla obligados por los cupos. En el extremo tenemos al Joventut, con ocho jugadores que cuentan como españoles en su plantilla y también situado entre la élite de la ACB. Sin embargo, la tónica habitual es la seguida por los vitorianos, pues sólo cinco equipos de la Liga tienen más de cinco nacionales.

Este tipo de estadísticas suelen amparar los argumentos de algunos técnicos de la Federación Española y jugadores para señalar las dificultades de los baloncestistas del país para hacerse un hueco entre los profesionales. Curiosamente, Javier Imbroda, ex seleccionador nacional cuenta con cinco jugadores españoles en sus filas (Nacho Rodríguez, Rodrigo San Miguel, Iván Corrales, Óscar Yebra y el joven Sergio de la Fuente) y no parece que haya querido revertir la situación.

En países como Croacia encontramos ejemplos de jóvenes que tienen su oportunidad como Filip Kruslin o Karlo Vragovic en equipos que participan en la Euroliga con apenas 18 años. Esto les permite mejorar su nivel de manera significativa y de manera más rápida debido al nivel en que les hacen jugar.

Sin embargo, esta exigencia hace que los españoles que asciendan al primer equipo tengan mayor nivel. Navarro, Gasol, Rudy o Marc Gasol han tenido que porfiar por sus puestos y esto ha contribuido a que forjaran un carácter ambicioso al tiempo que les inculcaba el deseo de mejorar siempre para no perder el status perdido.

En definitiva, la ACB es considerada como el segundo mejor campeonato del mundo y esto se debe, sin duda, al nivel de los nacionales. Pero ¿si no hubiera cupos llegarían las promesas españoles a consagrarse? ¿dejarían de haber jugadores de relleno en las plantillas?