El 8 de agosto de 1992 tuvo lugar el último partido del único ‘Dream Team’ que ha existido. La magia que rodeaba a aquel equipo y la ilusión que irradiaba entre los jugadores y seguidores le hicieron único por el empeño de aquellas estrellas.
Gran parte de la culpa de este placer que pudieron paladear los hedonistas del baloncesto reside en ‘Magic’ Johnson. El de los Lakers fue el principal impulsor en la creación de un equipo de profesionales para Barcelona'92. Junto a él se apuntó Michael Jordan, quien ya sabía lo que era participar en unos Juegos Olímpicos y a ellos se unió Larry Bird, quien peleó contra su espalda para estar junto a sus rivales en la NBA.
Los ‘chicos’ de Chuck Daly completaron soberbias actuaciones con una clasificación en el Torneo de las Américas con un balance de 6 victorias y 0 derrotas al que sumaron su participación olímpica con 8-0 y 117 puntos a favor de promedio. En la final ganaron 117-85 a la nada desdeñable Croacia de Drazen Petrovic, Velimir Perasovic, Danko Cvjeticanin, Toni Kukoc, Zan Tabak, Stojko Vrankovic, Arijan Komazec o Dino Radja.
Claro que Estados Unidos contaba con un conjunto de ensueño: Charles Barkley de Phoenix Suns, Larry Bird de Boston Celtics, Clyde Drexler de Portland Trail Blazers, Patrick Ewing de New York Knicks, Magic Johnson de Los Angeles Lakers, Michael Jordan de Chicago Bulls, , Karl Malone de Utah Jazz, Chris Mullin de Golden State Warriors, Scottie Pippen de Chicago Bulls, David Robinson de San Antonio Spurs, John Stockton de Utah Jazz y Christian Laettner de la Universidad de Duke (elegido como mejor universitario). Todo un elenco para recordar que sumaría en total 23 anillos de la NBA al final de sus carreras. Sólo se echaban de menos a Hakeem Olajuwon o Isiah Thomas (aunque este último se ausentó por petición expresa de ‘Air Jordan’).
Imparables
‘El gordo’ Barkley fue el máximo anotador, Stockton apenas jugó por una lesión pero se dedicó a mezclarse entre la gente de Barcelona con su cámara al pasar cuál ‘guiri’ desapercibido, Bird nos dejó la inolvidable imagen de verle tumbado junto al banquillo cuando no estaba en el campo porque tenía la espalda destrozada, Laettner vivió su mejor momento cuando todavía no era profesional y algunos de los presentes recibieron el merecido homenaje con un gran título que añadir a sus carreras, puesto que ni Stockton, ni Malone, ni Mullin, ni Ewin, ni Barkley obtuvieron el título de la NBA. Cada uno aportó en Barcelona lo que mejor sabía hacer (los saltos de Jordan, los pasees de Magic, etc.).
Difícilmente podremos ver un equipo tanto talento, originalidad, espíritu de equipo y capacidad de seducción como aquel por lo que nunca nos aburriremos de recordarlos en los vídeos que podemos encontrar en Internet.
