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Un debut esperanzador

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Tomás de Cos

No hace mucho que nos preguntábamos si sería el 2007 el año de Nadal en Wimbledon y el comienzo no ha hecho más que refrendar esas sensaciones. El indio de bíceps imponentes mostró una perfecta adaptación a la hierba en su debut ante Mardy Fish, el amiguísimo de Roddick, que ha salido escaldado en las cuatro ocasiones que se ha medido con el español. Y es que para superar a Nadal no basta con tener un repertorio de grandes golpes, hay que ser muy agresivo y saber sufrir armado de fe.

Pero volvamos con Nadal. El mayor talento en la historia del tenis español no para de crecer. Aunque esto ya no es noticia. En su debut en la catedral del tenis dio evidentes muestras de la reconversión de su tenis, cada vez más completo y camaleónico. Poco salvo su físico imponente y su garra hacía recordar al rey absolutista de la tierra batida.

Sus golpes liftados pesaban menos pero corrían mucho más, en especial su demoledora derecha, y llevaba la iniciativa en casi todo momento. Vestido con el color del equipo de sus sueños y escudado en una enorme confianza en sí mismo, Nadal jugó más flexionado y agresivo, volcado al ataque, buscando adentrarse en la pista para finiquitar las jugadas. Sin renunciar a la red. Y dio una soberbia exhibición de resto pegado a la línea de fondo, hasta amedrentar y desnudar a su rival despojándole de su mejor arma. De nada le sirvió a Fish sumar 17 ‘aces’, alcanzar los 221 km/h en algunos de sus saques o que su segundo servicio liftado se elevara tras el bote hasta 1,90 metros de altura. Nadal supo siempre bajarle la pelota y el yanqui voleó más de la cuenta por debajo de la red. Para entonces, Mardy estaba sentenciado y sólo podía admirar los misilazos de Rafa.

Habrá quien apunte, no sin razón, que el manacorí atravesó alguna laguna en el segundo set y en el inicio del tercero -lógicas por otra parte en la primera semana de un torneo de Grand Slam- pero Nadal supo sobreponerse a la falta de ritmo de los partidos en Wimbledon e impuso en todo momento su fortaleza mental. Además, no encajó un sólo 'break' y cerró el duelo con un saque directo. Sin duda, un debut esperanzador.