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Problemas en casa del rico

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Akasvayu irrumpió hace dos veranos en el baloncesto con la intención de hacer que el Girona pasara a ser un gran club de Europa. Año y medio después los resultados deportivos funcionan (terceros en la ACB), pero existen problemas económicos y hasta el entrenador, Svetislac Pesic, ha tensado las relaciones con el Ayuntamiento de la localidad.

Cuando el presidente de la promotora Akasvayu, Pedro Amat, llegó en 2005 a Gerona esperaba que el club pudiera hacer sombra a medio y largo plazo a los ‘grandes’ de España. El panorama baloncestístico agradeció la noticia de una nueva potencia para animar el paisaje nacional aunque con algunas reservas sobre la procedencia del dinero y su duración como ‘sponsor’.

Dieciocho meses después, el Akasvayu busca un copatrocinador para la Copa del Rey y hasta final de temporada que le ayude a sustentar su presupuesto. De hecho, el club tuvo problemas en su primera ampliación de capital y ahora afronta una segunda con indicios pesimistas. De los 3,5 millones de euros previstos falta 1,5 por cubrir y el CB Girona arrastra una deuda histórica de 4 millones de euros a pesar de las aportaciones de la firma inmobiliaria cuando el club estaba en una situación económica precaria.

Los problemas de dinero en el club no son algo nuevo. A finales de la temporada pasada los jugadores plantaron la posibilidad de una huelga durante las eliminatorias por el título si no se les pagaban sus sueldos y este mismo año Roberto Dueñas ha tardado varios meses en ser traspasado porque quería que se respetasen las cantidades con las que firmó su contrato.

Además, Pedro Amat quiere hablar con la ACB porque quiere buscar soluciones para cambiar el formato de la liga puesto que, según él, el baloncesto “hace dos años enganchaba y ahora no”. El empresario espera que los patrocinadores tengan peso en el próximo Congreso de la ACB convocado para el mes de marzo y se “quiere hacer oír”.

En la faceta deportiva marchan terceros, pero Pesic ya se ha quejado en más de una ocasión de las instalaciones de Fontajau y las protestas del serbio no han sentado bien el equipo de deportes del Ayuntamiento. Incluso se ha planteado la posibilidad de construir un pabellón nuevo porque Amat considera que es demasiado pequeño para sacarle partido a las buenas entradas que se producen en el recinto.

El próximo día 25 se reunirán el Ayuntamiento y el club para hablar de presupuestos e instalaciones. Incluso desde el club han consultado con algún arquitecto para satisfacer las exigencias de Pesic y están buscando soluciones para que todo funcione. Esperemos que así sea porque el futuro del C.B. Girona pasa en gran medida por estas medidas.