Bryant amplía su leyenda
52 puntos, 30 de ellos en un solo cuarto, y victoria aplastante de los Lakers frente a los Jazz por 132-102. El Staples Center de Los Ángeles volvió a vivir una noche mágica el jueves, una más, en la que la megaestrella Kobe Bryant deleitó al público con una exhibición anotadora similar a la ocurrida hace menos de un año, cuando el escolta metió 81 puntos ante los Raptors de Calderón.
Mirando al pasado, fueron muchos los problemas que tuvo que superar Bryant después del último anillo logrado junto a Shaquille O'Neal. Se quedó solo al frente del equipo tras la derrota en las Finales de 2003 y aquel verano fue acusado de violación en uno de los culebrones más sonados de los últimos años. Sin embargo, la recuperación de Kobe tiene mucho que ver con su entrenador. Pasó un año sin pena ni gloria y volvió al equipo Phil Jackson, el mejor entrenador de la NBA y todo un experto en motivar a jugadores. Ha pasado el tiempo y el nuevo proyecto de Jackson empieza a cobrar forma. Como ya lo hizo en su día con Jordan y con su primera etapa en los Los Ángeles.
El recuerdo de O'Neal se ha borrado, ahora Bryant no es cuestionado y los Lakers marchan líderes de su división. Sólo cabe esperar que, con el apoyo de Odom y la progresión de Bynum, el equipo californiano vuelva a tener opciones serias para ganar el título. Porque no habría que descartar que eso ocurriera esta temporada.
En cualquier caso, al margen de resultados, resulta apasionante ver lo que puede hacer un jugador como Bryant. Muchos le tildarán de 'chupón' y de no jugar en equipo. Puede que tengan razón pero, si Kobe no fuera Kobe, nos habríamos perdido espectáculos como el del jueves. Nunca será como Michael Jordan, pero siempre será Bryant.