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Katsikaris piensa abandonar el Pamesa

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El periplo del Pamesa esta temporada en la ACB no es nada bueno. El equipo taronja comenzó con cuatro derrotas y una victoria la temporada, pero con la sensación de repetir vicios del pasado. Ricard Casas era despedido por el club, que contrataba al griego Fotsias Katsikaris. Apenas un mes después, el nuevo técnico tiene decidido dejar el club si las cosas no cambian.

Con la llegada de Katsikaris se percibió una variación en el equipo. Llegaron dos victorias, pero en las últimas semanas el conjunto naranja ha perdido ante Caja San Fernando y Gran Canaria, dos rivales directos en la lucha por entrar en la Copa y en las eliminatorias por el título. Los valencianos están en el puesto 16º de la clasificación y el desánimo ha resurgido.

Katsikaris dijo este último fin de semana tras perder en casa contra el Caja San Fernando que “no vino al equipo a perder y a ver perdedores”. Según el entrenador griego, “los jugadores deben dar todo en la cancha y así no sufrirán en los partidos”. “Me sorprende la imagen del equipo en los partidos ante DKV y Akasvayu, y la diferencia con estos dos últimos encuentros, donde no ha habido lucha ni deseo de ganar el partido" sentenció. Parecían declaraciones propias de un ‘calentón’ tras un mal partido, pero días después el entrenador ha dejado entrever que se marcharía del club si observa que la actitud de sus jugadores no cambia.

Búsqueda de soluciones
El entrenador ha intentado cambiar el rumbo del equipo con diversas soluciones. Por ejemplo, realizó en el choque que enfrentó el pasado domingo a su equipo con el Caja San Fernando casi un cambio por minuto, una rotación rápida que no impidió la derrota de su equipo por un abultado 70-87. El entrenador griego hizo un total de 37 cambios, aunque si se tiene en cuenta que los hizo todos a partir del minuto seis del encuentro, la media de sustituciones sería de más de una por cada sesenta segundos, una cifra bastante superior a la que se produce habitualmente.

Si el domingo el Pamesa pierde holgadamente ante el Unicaja podría suponer que el paso del griego por la ACB se habría convertido en uno de los más fugaces de la historia (apenas un mes).

Problemas endémicos
El directo deportivo del Pamesa, Johnny Rogers, coincide en que ““el equipo está sin confianza, primero los jugadores individualmente y después sin confianza en el bloque", pero no parece haber encontrado tampoco la solución en los años que lleva al frente de la parcela deportiva.

De hecho, el club es uno de los de mayor presupuesto en la ACB, pero los jugadores que llegan no han permitido al Pamesa estar entre los candidatos al título. En la temporada actual se fichó a Rubén Douglas, ‘MVP’ de la Copa ULEB en la pasada temporada quien ha sido noticia en el inicio de la liga por sus pésimos porcentajes en el tiro de tres puntos. Tampoco Avdalovic, uno de los mejores en la temporada pasada, en esta se le nota falta de tensión defensiva y sus valoraciones han descendido. Sólo Dejan Milojevic ha respondido a sus expectativas al lograr ser el mejor jugador del primer mes de competición.

La falta de un líder en el grupo, la mala relación entre algunos de los jugadores y con el entrenador y la falta de profesionalización del club que han criticado incluso desde la misma afición han sido los posibles factores de la crisis. En el último partido ya se escucharon algunas protestas de los aficionados hacia Juan Roig, presidente del club y algunas voces también señalan al director general, Víctor Sendra.

No obstante, no sería el primer abandono del club por parte de uno de sus principales integrantes en los últimos años. Antoine Rigaudeau, uno de los mejores jugadores europeos de las últimas décadas, estuvo en Valencia durante una temporada, se retiró del baloncesto un año antes de lo previsto –con contrato en vigor- aunque todavía sigue viviendo en la ciudad y las exigencias físicas de esta temporada le habrían permitido seguir al mismo ritmo ya que no disputan competiciones europeas. Ni siquiera Casas pudo convencerle.

Si Katsikaris se marcha finalmente el Pamesa perdería no solo a un entrenador, sino el prestigio de un club al que pocos técnicos podrían querer ir tras observar los últimos acontencimientos. No obstante, ¿sería un huída cobarde al no poder enmendar la situación del club o un valiente por marcharse por dignidad de un club supuestamente sin organización?