Hace unos días, como muchos sabréis, se abrió el plazo para que el público vote a los jugadores que saldrán de inicio en el próximo All-Star de la NBA, que se disputará en Las Vegas. Algo que, dicho sea de paso, es inédito en la liga y promete novedades y emociones fuertes. Pues bien, el proceso de elección se impuso hace unos años por la lógica de la democratización y globalización de la NBA. Es decir, Stern entregó el All-Star Game al público para que fueran éstos los que eligieran qué jugadores serían los titulares en cada conferencia.
Una buena idea, de acuerdo, pero que tiene tras de sí una polémica que por fin este año se derrumbará. ¿Cuántas veces hemo oído decir que "hay mucho chino en China"? La NBA lo sabe y es un mercado todavía por explotar pese a la llegada de Yao Ming. El gigante de los Houston Rockets llegó a la liga en la temporada 2002/2003 y desde entonces no ha faltado a la gran cita como pívot titular del Oeste. ¿Una injusticia? A mi juicio sí. Yao fue número uno del Draft y es un jugador con un futuro que no tiene techo. Pero si en el All-Star deben estar los mejores, ¿por qué le quitó el puesto durante varias ediciones al mismísimo Shaquille O'Neal?. Primero fue en el año 2003, luego en 2004, 2005, ya con O'Neal en el Este, y el último año, 2006, como anfitrión en Houston. Yao es un ídolo en China y así lo reflejaron sus compatriotas en todas estas votaciones.
Sin embargo, los tiempos han cambiado. Ahora el pívot de los Rockets domina más que nunca y se echa el equipo a las espaldas ante el flojo inicio de temporada de su compañero Tracy McGrady. Promedia 26,4 puntos por partido, 9,5 rebotes y casi 2 tapones, unos números de auténtico All-Star. Que se lo pregunten al propio Shaquille O'Neal, que el pasado domingo vio como Yao le endosaba 34 puntos y cogía 14 rebotes. Nuevos tiempos llegan a la NBA y las viejas glorias caen. Pero otros jugadores como él comienzan a dominar.
Puede que os gusten otros jugadores como pívot titular para el Oeste. Yo ya he hecho mi elección y supongo que la conoceréis. Ahora sois vosotros los que tenéis que votar.
