Nacho, que ayer cumplió 27 años, vio desde el banquillo el segundo derrumbe consecutivo de su amado Madrid. La herida del Pizjuán sangra todavía. ¡Hay que remontar!
PorTomás Roncero
Sergio Santos Chozas
Nacho, que ayer cumplió 27 años, vio desde el banquillo el segundo derrumbe consecutivo de su amado Madrid. La herida del Pizjuán sangra todavía. ¡Hay que remontar!