Jan Oblak

El cancerbero paró la avalancha de fútbol de un prodigioso Pedri. Simeone acertó de nuevo a la hora de los protagonismos.

Julián Alvarez marcará una época en el Atlético, entusiasma ver a De Paul a este nivel, la potencia de Llorente... Giuliano le hace la vida más plácida al lateral con sus ayudas.

El gran problema de Oblak ha sido su escala de medida autoimpuesta, la del milagro. Si no se daba, parecía transparente. Un baremo insoportable para cualquiera, más aún en este Atlético.

Podrán gustar más o menos las formas, pero los rojiblancos no se quedaron en tierra de nadie a la hora de trabajar sin balón.

El portero fue decisivo ante el Mallorca. No tuvo que intervenir tanto como ante el PSG, pero resultó clave. El Atlético acaba a lo grande una semana fantástica.

Me ilusiona la sociedad Griezmann-Julián, Barrios me provoca entusiasmo y Galán tiene buen pie desde atrás. Pero la plantilla está confeccionada para transmitir otras sensaciones.