Es lógico que Márquez no quiera lanzar las campanas al vuelo, que frene la euforia, que se quite presión, pero también es inevitable que su nueva máquina genere ilusiones.
PorJuan Gutiérrez
Es lógico que Márquez no quiera lanzar las campanas al vuelo, que frene la euforia, que se quite presión, pero también es inevitable que su nueva máquina genere ilusiones.
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