Rafa Lesmes: “En el Dakar no importa lo de ayer, solo existe el hoy”

Anda Rafa Lesmes, inquieto como es por naturaleza, buscando nuevos retos para su prolífica trayectoria sobre cuatro ruedas. “Buscábamos un nuevo reto, un nuevo desafío. Ya el camión, digamos, después de dos años de participación y de victoria, repetir un tercero parecía quedarnos en la zona de confort", asegura en Diario AS antes de afrontar una nueva participación en el Rally Dakar.

Lesmes continuará con su labor de visibilización y lucha contra el cáncer de mama. “¿Por qué no utilizar esa carrera para visibilizar esta enfermedad tan desconocida?“, se pregunta refiriéndose a tan grave dolencia también en los hombres. Su lucha pasa el elefante rosa al zorro rosa. Pero el fondo es el mismo.

¿Por qué el cambio de camión a coche?

Porque siguiendo con el mismo proyecto buscábamos un nuevo reto, un nuevo desafío. Ya el camión, digamos, después de dos años de participación y de victoria, repetir un tercero parecía quedarnos en la zona de confort. Hablando de zona de confort en el Dakar parece un poco un sinsentido, pero creemos que sí, que el proyecto merece un esfuerzo y un desafío que afrontamos con muchísima ilusión.

¿Qué expectativas tiene para el próximo Dakar con este cambio de vehículo?

Luchar por estar entre los cinco primeros de la General Scratch del Dakar Classic es algo que el equipo asume con muchísima responsabilidad. Esas son las expectativas. Cierto es que son 120 equipos, que vienen de todo el planeta, de los cuales mínimo 20 son exageradamente buenos. Estamos allí 40 o 50 países representados, es brutal. Y obviamente el tener un equipo canario, un equipo español, que quiera y pueda luchar por estar este primer año en el top 5 y utilizar esa carrera para seguir, digamos, difundiendo el mensaje de la detección precoz y visibilizar el cáncer de mamá creo que es el rumbo correcto.

¿Qué aprendizaje sacó de esos dos títulos en la modalidad de camiones?

Siempre soy humilde en la victoria y elegante en la derrota, así que vamos a dejarlo así (ríe). Maravillosos, deportivamente inmejorables estos dos años. El haber conseguido esas dos victorias en camiones en el Dakar Classic le ha dado una proyección y una difusión al proyecto que supera todas las expectativas que nos habíamos propuesto. Hemos conseguido más de 30 millones de impactos y la derivada de esto es que estamos llegando a gente que lo está pasando muy mal y la estamos ayudando.

En medio del desierto, compitiendo, ¿cuántas veces se ha preguntado aquello de “Qué necesidad tendré yo de esto..”?

Todos los días del Dakar, a todas horas (bromea). Incluso ahora que estuve en el Rally Clasics en Marruecos, que tuvimos, como bien saben todos ustedes, bastantes problemas con los aparatos de navegación, que lo pasamos muy mal, aun así, me decía que estoy donde quiero estar y haciendo lo que quiero hacer.

A nivel vital y profesional, ¿qué le ha enseñado a usted esta carrera?

Lo primero es que la vida te va dando cosas buenas y cosas malas, y tú no las esperas, no sabes lo que te va a venir. He aprendido a aceptar, asumir y gestionar.

A la hora de afrontar estos retos, ¿qué le dicen familiares y amigos?

Mi familia, y esto es algo que me llena de felicidad, está muy orgullosa de mí, y eso es grande. Ya no mis amigos ni mi entorno, es que te podría hablar de todas las Islas Canarias y también de Península y de fuera de Península. Los mensajes que nos llegan de cariño, apoyo y aplauso son tantos y tan cercanos que se nos ponen los pelos de punta a todo el equipo. Es verdaderamente apasionante el proyecto que estamos sacando adelante y los primeros que estamos felices de poder ser, digamos, los protagonistas, somos nosotros. Llegados a este punto, no nos olvidamos de que seguimos siendo una herramienta que ayuda a personas que lo están pasando muy mal. Y conseguir que estas personas con las peripecias del elefante y ahora del zorro rosa, digamos, tengan unos minutos de pensar en otra cosa. Que les levantemos una sonrisa, que se alegren cuando terminamos cada día, que nos llegan esos mensajes y que ellos vean un paralelismo entre esa dureza del Dakar con lo que están viviendo, es impagable. Importantísimo también, en todos los parámetros de la vida, que el Dakar nos lo enseña, es reducir tus objetivos al día de hoy. Hoy, ahora, aquí, saquemos esto adelante. Lo de ayer ya no existe, ya es pasado, y lo de mañana, ya nos preocuparemos mañana de ello. Hoy solo existe esto, estoy aquí, estoy haciendo esto y lo tengo que sacar adelante. Y eso mismo es lo que viven los enfermos y enfermas de cáncer cada día.

¿En qué consiste su apoyo, más allá del color rosa de sus vehículos, en la lucha contra el cáncer de mama?

Soy voluntario de la Fundación Canaria Carrera por la Vidadesde hace 20 años. Conocí a Brigitte Gypen antes de que ella tuviera su cáncer de mama, lo pasara tan mal, sobreviviera y tomara la decisión de dedicar su vida a que la soledad, la angustia y la desesperación que ella vivió no lo volvieran a vivir mujeres afectadas por cáncer de mama. Y desde el principio la he ayudado en la medida de mis posibilidades. Lo primero que hicimos fue apoyar, digamos, a nivel empresarial a la Fundación. Llevamos muchos años colaborando con ellos, digamos, aportándoles recursos económicos para que ellas puedan desarrollar esa magnifica tarea que hacen por la sociedad. Y de forma espontánea, cuando en el 2023 decidí volver al Dakar, le brindé la imagen del equipo pensando muy mucho en el cáncer de mama, en hombres, ese gran desconocido. ¿Por qué no una carrera que parece que es de Rambos, que parece que es de superhombre, no deja de ser la carrera más extrema del mundo? ¿Por qué no utilizar esa carrera para visibilizar esta enfermedad tan desconocida? Lo que surgió de forma tan espontánea ya ves después de cuatro años en que se ha convertido.

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