“Yamaha va a volver”
“Creo en el proyecto con seguridad”, dice Rins, para secundar la confianza de Quartararo hacia los japoneses antes de “una prueba crucial” en Barcelona.
El primero en demostrar con hechos su confianza hacia la recuperación de Yamaha en MotoGP, fue un Quartararo que selló su renovación con los japoneses (hasta 2026) en el momento donde más alejadas parecían sus posturas. La apuesta de los diapasones para recuperar la competitividad a través de fichajes e inversiones convenció al campeón de 2021. Y para culminar, la sintonía fue absoluta dentro del box japonés después de que Rins también manifestase su esperanza en torno a la M1. El ejercicio de fe hacia la fábrica de Iwata es absoluto por parte del español, que en apenas un año pasó de dominar con Honda en Austin a no acabar la carrera del domingo (en el esprint fue 16º). Sin embargo, está convencido de que este bache durará “sólo algunas carreras y luego Yamaha va a volver”.
El contraste que se vio en Las Américas por parte del español en apenas un año, tenía explicación: “La configuración fue un gran error. Nuestra moto es muy lenta al cambiar de dirección y con esos ajustes, era todavía más difícil maniobrar”. Pero la cita de Austin se entiende como una parte del proceso en el que Yamaha está “recopilando información y dando vueltas” a base de experimentar con la puesta a punto de la M1. ¿Cuál es el fin? Entender el por qué de las cosas y a partir de ahí, actuar y ayudar en el desarrollo del futuro. Para empezar, con “una prueba crucial” junto a Crutchlow en Montmeló: “Cal estará pilotando los próximos días en Barcelona. Están trayendo cosas y veremos si puede ayudarnos a mejorar la moto. Todavía estamos lejos, pero tenemos que seguir trabajando”.
La intención de Yamaha y Rins era hacerlo en conjunto con su piloto probador sobre el trazado español antes del GP de España (del 26 al 28 de abril), “pero las motos no llegarán (de Texas a tiempo)”. Eso quiere decir que el español tendrá que esperar hasta el test oficial de MotoGP en Jerez, el lunes posterior al gran premio, para poder probar las novedades que incorporen en la M1. Y será la segunda ocasión en lo que va de curso en la que Álex deba renunciar a unos test, pues hace apenas unas semanas no pudo rodar en Portimao por culpa del mal tiempo. Algo que no ha restado confianza en el proceso, porque insiste en su confianza hacia el proyecto: “La esperanza es lo último que se pierde”.