“Yamaha promete cosas en un PDF de diez hojas y no cumple nueve y media”
Quartararo se muestra muy enfadado con la marca y condiciona su futuro a un rendimiento inmediato.
Si el panorama es complicado para Honda, en Yamaha las cosas tampoco están calmadas. La Yamaha Factory Racing es sexta en el Mundial de Equipos y el resultado de Silverstone no mejora las sensaciones de la primera parte de la temporada. Quartararo y Morbidelli acabaron en las posiciones traseras, tan solo por delante de Lecuona y Nakagami.
Una situación muy diferente a la de 2021, año en el que salió campeón. Incluso en 2022, Fabio tuvo opción de ser primero hasta el último gran premio. Si bien es cierto que en la última parte de la temporada la Ducati se impuso con claridad a la Yamaha (Bagnaia remontó 91 puntos), el rendimiento general de la moto fue competitivo. La posibilidad de luchar ahora no es posible. Ni siquiera está cerca. Y el francés se muestra muy contrariado por ello.
Quartararo ha reconocido esa frustración en unas declaraciones a Motorsport, donde ha sido muy duro con el equipo: “Yamaha lleva tres años prometiéndome cosas en un documento ‘pdf’ de diez páginas, de las que luego no se cumplen nueve y media”. Y se muestra contundente acerca del trabajo que se debe realizar. “Este año no quise ver ese ‘PDF’. No quiero ver cosas escritas”.
Quiere resultados inmediatos o se podría plantear su futuro
El piloto quiere ver resultados inmediatos en el rendimiento de la Yamaha Factory Racing. No está dispuesto a esperar a los test de 2024 y en Italia espera las evoluciones: “En el GP de Misano (del 8 al 10 de septiembre) quiero tener pruebas. Lo que quiero ver es la moto, porque esa será, al 95%, la que correrá en 2024. Tienen un mes”. Y si no se cumple lo que espera, el francés podría replantearse su futuro. “Allí se verá si Yamaha realmente me quiere para el futuro”, afirma.
La marca japonesa, con la que llegó a la categoría reina, sigue siendo su primera opción y tiene contrato hasta 2024. Quartararo se muestra dispuesto a ligar su futuro a medio-largo plazo con Yamaha: “Es la prioridad porque es el equipo que me trajo a MotoGP. Confío en ellos y les di una oportunidad”. Aunque vuelve a recalcar que no está dispuesto a esperar mucho. “No habrá una segunda”, afirma.
Fabio dejó de estar representado por Eric Mahé, y pasó a manos de una empresa (con el nombre de FQ20) que se dedica a la gestión de su contrato y su imagen: “Ahora me siento mucho más libre. Tengo en casa a la gente que se ocupa de la parte jurídica y de la parte económica. Yo sé lo que quiero, no quiero marear. Eso será muy importante con vistas a ver lo que Yamaha hace para el año que viene”.