Toni Elías se retira por sorpresa
El piloto español anunció, sin previo aviso, su adiós definitivo al motociclismo tras su última carrera de MotoAmerica: “Estaba sufriendo. Es momento de parar”.
Toni Elías dice adiós a la competición. Y esta vez de manera definitiva. Sin previo aviso y ante la sorpresa de todo el mundo, el español decidió decir adiós al motociclismo, en cierta manera, porque su vida siempre estará anclada a las dos ruedas. Lo anunció al acabar la segunda carrera del fin de semana en MotoAmerica, campeonato que disputa desde el pasado 2016 y en el que, además, sabe lo que es ser campeón, en 2017. A sus 40 años, y nada más bajarse de su Suzuki para hablar con los medios de comunicación tras su quinto puesto en carrera, Elías fue muy claro: “Es bonito acabar así. Hoy fue mi última carrera”.
El español, que había vuelto a la competición a tiempo completo con el Vision Wheel M4 ECSTAR Suzuki tras años de idas y venidas, tuvo que explicarse mejor ante la sorpresa de su decisión: “Sí, fue la última. Tienes pensamientos, pero el momento ha llegado. Doy las gracias al equipo y a todos los que me han apoyado. Estaba sufriendo, no he estado cómodo en ningún momento. Es momento de parar”. La decisión incluso pilló por sorpresa al equipo que, pese a haber tratado el tema en las últimas semanas, no se esperaba un anuncio como este, tras la tercera cita de la temporada del certamen americano. Elías cuelga el mono con su mejor resultado del año y agradecido al equipo por darle la oportunidad de volver a luchar por posiciones de honor, aunque su mentalidad ya no acompañaba a toda la presión que requiere la competición.
“Hoy fue mi último baile, mi última carrera. Quiero darle las gracias a Chris y John Ulrich, al equipo Hammer y a todos los que me apoyaron y ayudaron durante esta etapa. El regreso no fue como esperaba. Muchas gracias, he disfrutado en la última carrera”, añade el español al poner el punto final al fin de semanas de competición y, con ello, a su vida como carrera como piloto profesional. Toni Elías dice adiós con un campeonato de Moto2 y otro de MotoAmerica bajo el brazo, aunque no se despide del motociclismo: seguirá dedicando su vida a la escuela de pilotos que tiene en California, aunque con más tiempo que dedicarle a su familia.