“Todo al rojo, es lo que queda”

Cara de felicidad total de Marc Márquez tras su estreno en el test de Montmeló como piloto del Ducati Lenovo, el equipo oficial de fábrica de la marca italiana, el sueño que ambicionaba desde que decidió enrolarse el año pasado en el Gresini Racing, escuadra satélite de la casa de Borgo Panigale que le ha servido de transición para llegar a su destino soñado. Más allá del cuarto puesto que ocupó, lo importante fue lo a gusto que se sintió en el nuevo box que comparte ya con Pecco Bagnaia y el potencial que ve a la Desmosedici GP25, con la que se hartó a dar vueltas.

-Primer día de “todo al rojo”. ¿Cómo ha ido?

-Todo al rojo, es lo que queda. Hice una apuesta arriesgada hace un añito y algo, y ahora acabar de rematar en el equipo de fábrica fue la mejor noticia. Ha sido la idea un poco del diseño. Pero más allá de eso, vamos con lo importante, que han sido las sensaciones con el equipo, que han sido buenas. Me he sentido cómodo desde el principio. Es verdad que el hecho de no cambiar de fábrica, el hecho de conocer ya a muchos ingenieros, me ha hecho sentir muy cómodo dentro del garaje. Esa tranquilidad durante todo el día. Volver a trabajar como trabaja una fábrica: un planning muy estricto y establecido con las cosas a probar, y ahí es donde el equipo está cien por cien disponible para la fábrica para dar el mejor comentario.

-¿Cómo ha sido el primer día con Tardozzi y el ambiente dentro del box?

-Tardozzi va mucho a lo deportivo y ahora estamos trabajando más en lo técnico. Pero sí, son gente que los conozco de los más de diez años que llevo en MotoGP, han sido rivales y ahora trabajar juntos no cambia, pero sí que tienes una relación personal con ellos que hace todo mucho más fácil. Con la gente dentro del box, muy cómodo, todo muy preciso y probando esa moto de 2025 en el 95% de las salidas.

-¿Ayuda más tener a Dall’Igna dentro del box?

-En este 2024 me he sentido muy respaldado por Ducati. La gran diferencia, o lo que hacen muy bien, es que tienen todos los comentarios de todos los pilotos. Estés en el box que estés siempre intentan hablar personalmente con todos los pilotos. Está claro que el hecho de estar en el box oficial hace que estemos mucho más conectados, con Gigi y con todo el staff técnico, que son muchas personas. Y luego, con el técnico, que es con el que hablas directamente.

-¿Ha sido muy diferente esta ‘primera vez’ a otras ‘primeras veces’?

-La más ‘heavy’ es la primera vez con una MotoGP. Esa es la vez que más nervioso estás y no sabes por dónde cogerlo. La que más ‘flan’ estaba era el año pasado. Este año ha sido una primera vez, pero muy calmado y desde la primera salida me he encontrado cómodo. Ya digo, cuando no cambias de marca de moto, te lo facilita todo y simplemente notas evolución. Eso es lo que he notado.

-¿Cuánto cambia una moto del año pasado a la que ha probado hoy?

-Yo he cambiado dos años, 23 a 25 directamente la mayoría de las veces, porque era una moto nueva y cuando hay una moto nueva en pista requiere más tiempo para ponerlo todo a punto y es lo que hemos estado probando varias cosas en esa moto. He saltado alguna vez a la GP24, pero es un poco diferente, los dispositivos de altura, las sensaciones... ¿Más competitiva o no? Creo que sí, pero se tiene que ir viendo.

-Se le ha visto bien con Pecco, ¿no?

-El punto más importante de tener una relación estrecha con el compañero es ahora, en la pretemporada, sobre todo en este test es lo más importante. Lo que pruebas en Malasia, más o menos, es con lo que vas a empezar la pretemporada. Hemos estado hablando también entre Pecco y yo, qué comentarios teníamos. Primero hablábamos cada uno con los ingenieros, que tienen la información, y luego comentamos entre nosotros y lo importante es que los comentarios han sido muy similares.

-¿Se pone la cosa más seria en un box oficial?

-Lógicamente, es mucha más responsabilidad. En un box satélite empiezas un test y lo que haces es probar puesta a punto y siempre tienes tiempo de volver. Aquí hemos probado ya conceptos de moto, un motor nuevo, chasis... Tienes que ser preciso en los comentarios y estar muy concentrado, porque un comentario acertado o erróneo afecta directamente a la evolución de la moto. Entonces, es todo mucho más preciso y es un test en el que el piloto está a disposición de los ingenieros, no es un test para trabajar el pilotaje.

-¿Cómo se siente y cómo afronta este nuevo reto? Se ve un Marc diferente desde que está en Ducati...

-Evidentemente, el hecho de estar en un equipo de fábrica hace que haya más presión y, entre comillas, estás obligado a luchar por las posiciones delanteras y más cuando entras en el equipo que ha tenido los mejores resultados estos últimos años. Intentaremos hacerlo lo mejor posible. Ahora irá bien descansar este invierno y desconectar un poquito, pero me encuentro con confianza alta e intentaremos mantenerla igual de aquí a que empiece el año.

-Comente la peineta que le ha dedicado a su hermano y a la gente del box Gresini en su última vuelta a boxes.

-(Sonríe). Es que sabía... Entraba y les miraba de reojo, porque hubo la coña el fin de semana de que el martes estarían delante mío, y Álex ha sido el más rápido, que ya lo fue en el fin de semana. Entraba por el box y sabía que estarían ahí, y estaban haciendo gestos de que estaba detrás de ellos y me ha salido la peineta, pero con cariño. (Risas).

-Rigamonti es su tercer técnico en tres años...

-Sí, Rigamonti es un técnico nuevo. Tendremos que adaptarnos, primero yo a él y luego él me irá conociendo a mí. Creo que su método de trabajo es bueno. Me he sentido bien en el primer día, con todo muy organizado. Es un técnico con experiencia en la fábrica, con confianza y que está muy conectado con los ingenieros de Ducati. No es lo ideal cambiar de técnico cada año, pero cuando el técnico es bueno te adaptas rápido, como me adapté el año pasado con Frankie. Intentaré adaptarme bien al método del equipo oficial Ducati.