“Sin las esprint, habría ganado como Márquez en 2019”
Pecco Bagnaia cerró la temporada con un total de once victorias dominicales que no fueron suficientes para llevarse su tercer Mundial de MotoGP.
Fueron once victorias, pero los errores se pagan caros. Y para Pecco Bagnaia, se pagaron más caros que nunca. Ni once triunfos dominicales le sirvieron para cerrar una nueva corona en el Mundial de MotoGP. Hubiera sido la tercera de su carrera deportiva, de manera consecutiva, pero un Jorge Martín más constante durante el curso se lo llevó, incluso siendo un piloto de un equipo privado como el Pramac. E incluso fichando por Aprilia a mitad de año. Ducati fue justa, mantuvo la batalla con las mismas armas y solo el italiano perdió el título con sus actuaciones. Y es que es algo que se repite mucho: de nada sirve ser el más rápido si no sabes cuando toca hacer segundos o terceros. Eso y que la suerte no le acompañó en otros incidentes que protagonizó durante la temporada, como el encontronazo con Marc Márquez en Portimao o el choque con el hermano de su próximo compañero de equipo, Álex, en Aragón cuando iba tercero. “Si eso no hubiera sucedido, es posible que ganara el Mundial”, asume el italiano, que sigue insistiendo en que el español “no le dejó pasar” cuando se fue largo.
Por eso, el bicampeón hace autocrítica. No quiere excusarse en los errores que ha ido cometiendo a lo largo del año, pero también se sincera y asume que, de no existir las esprint de los sábados, se hubiera llevado el Mundial con una distancia muy cómoda es su casillero. “Fue una temporada increíble”, resume el italiano en el pódcast, Mig Babol, de su amigo y expiloto, Andrea Migno. Pero pese a la gran diferencia que se veía entre las motos de la temporada y las GP23, Bagnaia confiesa que no fue fácil ponerse al nivel que exige Ducati. Primero, tuvo que adaptarse a su nueva máquina: “Aunque gané en Qatar, no fue fácil entender la GP24 al principio. Solo a partir de Jerez descubrimos su potencial. A raíz de ahí, todo fue increíble. Si miras los domingos, siempre estuve en el podio, excepto cuando tuve caídas y en Austin, donde fui quinto”. “He aprendido que no se puede ganar siempre”, resume.
Sin duda, la temporada de Pecco ha sido para enmarcar y, en general, la de todo Ducati. Su supremacía ha sido imperiosa y, aunque se han llevado la Triple Corona a casa, no hacerlo con un piloto oficial de la fábrica es algo que pesa un poco, sobre todo teniendo en cuenta que Martín se llevará el título más importante a Aprilia y que, el ídolo local, se ha quedado solo con el subcampeonato. Y, además, de la manera en que se ha tenido que conformar con la segunda plaza: siendo el piloto con más victorias de la temporada y luchando la corona hasta la última cita, la del GP Solidario de Barcelona, que se llevó con un doblete. Y no se corta un pelo en hablar de lo que hubiera pasado de no tener carreras los sábados: “Sin las esprint, habría sido un año como el de Márquez en 2019″.
Y no es la primera vez que Bagnaia se queja de la implantación de estas carreras cortas o del sistema de puntuación que MotoGP maneja desde hace dos años. No vio justo perder así su tercera corona, pero asume que la verdadera lástima viene de “los errores o momentos en los que tuvimos mala suerte”, lo que realmente le hizo perder el campeonato. “Creo que lo merecíamos, mi equipo se lo merecía, pero lamentablemente se cometieron muchos errores que no nos dejaron ganar. Muchos de ellos son errores que aún me cuesta explicar. La caída en Barcelona, cuando estaba bajando el ritmo, es un ejemplo”, recuerda sobre su incidente en la esprint de ese GP, en la curva 5, a la cual dedicó una peineta al día siguiente, cuando ganó la carrera dominical. “Una vez que ganas, no quieres nada más. Pero no solo el Mundial, sino los fines de semana. Si quedo segundo, pero he tenido la posibilidad de ganar, no estoy contento”, insiste con fuerza el de Ducati, que tiene claro su próximo objetivo. Después de un año en blanco, viniendo de ganar sus dos coronas de manera consecutiva, solo hay un pensamiento en su cabeza: “Quiero ganar tres títulos mundiales en MotoGP”.
Y no será fácil, porque el año se presenta de lo más interesante. “Será una temporada especial porque muchos pilotos cambian” de marcas, entre ellos el actual campeón del mundo, Martín, que se estrenará con Aprilia. También llegarán cambios en su box, el oficial de Ducati, que ya ha recibido a Marc Márquez con los brazos abiertos en los pasados test de pretemporada en Barcelona. La primera jornada de trabajo con el español fue de lo más positiva, dando los mismos comentarios a la fábrica italiana, aunque, revela, hicieron “trabajos completamente diferentes” con una GP25 que, de primeras, tiene una buena base sobre la que perfeccionar ciertos detalles. “El potencial real lo ves en otras pistas”, calma Bagnaia, ante una temporada en la que Ducati “seguirá siendo la moto a batir, aunque con una oficial menos” por la salida del Pramac a Yamaha (la de Martín era oficial, pese a estar en un equipo privado).
“Al final los test en MotoGP son relativos”, añade Pecco, por eso, no quiere “subestimar a Aprilia, con una pareja joven” como Marco Bezzecchi y Jorge Martín, pero tampoco a “KTM con Pedro Acosta y Brad Binder”, quienes también podrán encontrar una solución” a sus problemas para dar un paso al frente. El mismo que cree que puede dar Yamaha, que “está mejorando, así que no descartaría a (Fabio) Quartararo”. “Por lo general, yo con Márquez, Bezzecchi y Martín, y también Acosta y Quartararo, seremos los que más veces estaremos delante”, insiste el italiano, que pone en valor también el hecho de disfrutar con lo que se hace: “Hay que divertirse siempre y nunca verlo como un sacrificio. Además, nunca hay que rendirse, sino dar siempre el máximo”.