Rossi puede aliarse con Yamaha
Jorge Viegas, presidente de la FIM, reconoce que el equipo del italiano “dejará Ducati” y competirá con dos M1 a partir de 2024. Los de Bolonia tendrán seis motos en parrilla.
La “pesadilla” de Joan Mir y muchos otros pilotos puede acabar antes de lo que pensaban. “La Copa Ducati”, como definió Márquez a la presencia de ocho Desmosedici en parrilla, pondrá punto y final en 2024 gracias a un Valentino Rossi que pretende tomar un nuevo rumbo con su estructura de MotoGP. El italiano desembarcó en el pasado curso como jefe de equipo después de su retirada de la competición y “aunque por ahora no hay nada confirmado”, una vez cumpla su segundo año con las monturas de Borgo Panigale en el garaje, la intención es depositar su confianza en una marca como Yamaha, con la que ganó cuatro de sus siete títulos en la máxima cilindrada.
La historia de Valentino en MotoGP no se entiende sin su alianza con la casa de los diapasones, donde siempre encontró un refugio y una moto ganadora que, a pesar de haber cedido su dominio en 2022 frente a la todopoderosa Desmosedici, sigue conservando la confianza de El Doctor. Por eso “en 2024, el equipo de Valentino Rossi dejará Ducati y correrá con Yamaha”. “Esa es la idea”, contó Jorge Viegas, presidente de la FIM, en los micrófonos de RAI, en la Asamblea Anual de la Federación Internacional de Motociclismo que se ha celebrado este mismo fin de semana en la ciudad de Rimini, donde también se anunció su reeleción por otros cuatro años al frente del organismo.
Viegas obtuvo el 99% del apoyo en la votación que se llevó a cabo entre las federaciones nacionales y una vez replicado su mandato, era el momento de soltar la otra “noticia”: “En 2024 habrá seis Ducati y cuatro Yamaha” en la parrilla de MotoGP. El portugués reveló la información cuando se le preguntó por el hecho de que la firma japonesa se quedase con tan solo dos prototipos para 2023, después de que la escudería RNF (que alineará a dos Aprilia) decidiese no renovar su acuerdo con la casa de los diapasones. “No veo bien la situación”, fue la introducción a una novedad que disminuirá en cierto modo la hegemonía de los de Bolonia en la cilindrada, a pesar de que el equipo Valentino dé un paso atrás antes de afrontar una nueva etapa.
Ducati buscó con ahínco su segundo título en MotoGP y lo logró gracias a una Desmosedici 2022 que se pondrá a disposición de los dos pilotos de Mooney VR46 la próxima temporada. A pesar de que el plan inicial pasaba por que Luca Marini pilotase el prototipo de última generación de la casa de Borgo Panigale en el nuevo curso, finalmente el italiano mantendrá la misma montura que esta temporada. Bezzecchi sí subirá un peldaño, montando también la GP22, y con este plan el objetivo es ahorrar cerca de un millón de euros que se guardarán en las arcas de la compañía. Se trata de una cifra importante, pero al mismo tiempo decisiva ante el deseo de regresar con una marca como Yamaha que también ha peleado por el campeonato hasta el final.
Sin embargo, a pesar de toda la historia que une a la casa de los diapasones y Valentino en MotoGP, el italiano exploró todas las opciones disponibles para competir en la clase reina. En ese primer momento nadie pudo igualar las condiciones de Ducati, a pesar de que el proyecto de Suzuki era lo suficientemente atractivo para El Doctor. De hecho, en más de una ocasión sonó la posibilidad de que la firma japonesa dispusiese de dos motos más en la parrilla, pero el acuerdo jamás llegó a buen puerto debido a las intenciones que tenía el fabricante por abandonar el Mundial a finales de 2022, como finalmente ha sucedido. Pero todo ocurre por algo y a pesar de que la alianza con los de Bolonia ha sido más que exitosa, pues Bezzecchi se ha proclamado novato del año y ha rozado la victoria (fue segundo en Assen), parece que Yamaha ha atraído lo suficiente a su piloto estrella.