Pol: “Genera respeto tener que subirme a la moto en Australia”
“El aviso de venir me pilló estando en Nueva York de vacaciones con mi mujer, y ahora estoy con jet lag’, pero con ganas”, dice.
La de Australia será la tercera salida de la temporada para Pol Espargaró, de nuevo como recambio de Maverick Viñales, lesionado en el hombro izquierdo, en las filas del Red Bull KTM Tech3. Al catalán le cogió la noticia de su vuelta a la actividad estando de vaciones en Nueva York junto a su esposa y se las ha apañado para llegar a tiempo a la cita de Phillip Island, circuito en el que ganó dos veces cuando corría en Moto2, en 2012 y 2013, año de su título en la categoría intermedia.
El de Granollers comenzó contando cómo llega a Australia: “Primero, con un poquito de jet lag y un poquito cansado, pues vengo de... Bueno, la historia es que desde después de Balaton Park (Hungría) no me he subido a la moto y me tengo que subir el 29 y 30 de octubre en un test de Jerez, con lo que eran más de dos meses de parón y pensé: ”me voy cinco días con mi mujer para estar juntos y separarnos de las ‘peques’, unos días". Y sabiendo que no iba a viajar ni a Indonesia ni a Australia pues me pilló el tener que venir estando en Nueva York, y ahora con jet lag’, pero con ganas”.
Lo bueno, y lo malo, es que le toca reaparecer en el difícil Phillip Island, una pista que se le daba de maravilla en Moto2. Descarta que pueda reivindicarse: “Reivindicarme aquí, complicado, porque hace más de dos meses que no me subo a una MotoGP y eso es mucho contando con que los demás se suben cada fin de semana. Además, en un circuito como es el de Phillip Island, que es muy intenso y quizás eso es lo que me gusta, que es impredecible, que hace mucho viento, que hay gaviotas, que en el pasado estaba muy bacheado y es un circuito estrecho, en el que el piloto tiene mucho ‘input’ en pilotar la moto. Eso a mí me gusta, en cuanto a pilotar la moto y moverla de dirección. Necesitas agallas, porque hay curvas que son... o en las que tienes que jugártela y eso es bueno cuando tienes la velocidad, pero cuando no la tienes como yo se te puede volver en contra. Genera respeto tener que subirme a la moto aquí y más como soy yo, que soy muy competitivo y que venimos de hacer buenas carreras, así que ya veremos”.
El probador de KTM desveló también que seguirá haciendo ese papel los dos próximos años para la marca austriaca: “Más o menos tengo encaminado mi futuro. Antes de Barcelona había muchas opciones de ir a Superbikes, opciones muy reales, y allí las cosas se encauzaron bastante bien con KTM. Por los procesos internos que ahora tienen todo tarda un poquito más y tenía todos los caminos abiertos, porque realmente no sabía cuál sería la propuesta, pero lo bueno es que en Barcelona comenzamos a hablar y parece todo muy serio y que seguiré aquí un par de temporadas más, pero aún estamos con algunos flecos. Es lo que más o menos tengo”.
Sobre la se hubiera ido de verdad a correr a SBK y cómo surgió esa idea, dijo: “La situación en KTM era un poquito incierta. La situación de la que venimos ha sido complicada y he tenido que hacer esfuerzos para mantenerme esta temporada aquí, esfuerzos grandes, en lo económico y no tanto en lo económico, para ayudar a la fábrica, pero para el futuro quería tener las cosas un poquito más claras y saber qué es lo que me venía, y no tan sólo pensando año a año sino con un poquito más de tranquilidad para mí y para mi familia. Este año no teníamos planeado ningún ‘wild card’ y el año que viene creo que es necesario hacerlos. Estamos intentando cerrarlo, pero pienso que deben ser un mínimo de dos”.
Confía en su fábrica para que todo eso llegue a buen puerto: “Tengo confianza en ellos y tenemos todo bastante encaminado y tengo la tranquilidad de tener un contrato bastante cerrado, con las cosas que pedía, que son sensatas, nada del otro mundo, pero dentro de una situación en la que nunca sabes lo que va a pasar. Quiero decir que KTM ha atravesado una situación muy complicada y espero que en el futuro a corto plazo parece ser que todo está yendo por bueno camino, pero nunca sabes”.
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Cambiando de tercio, le preguntamos si es diferente sentarse ante los micrófonos siendo como es ahora, también, compañero de los periodistas, porque es comentarista habitual de Dazn y lo borda con el micro en la mano. Respondió así: “Siempre he sido bastante sincero y he dicho siempre lo que he querido. Me he expresado como he querido, pero sí es cierto que quizás ahora tengo menos presión y lo que diga tiene menos relevancia. Quizás antes pensaba un poco más en no meter la pata, en no meterme en jardines que no me tocaban y ahora quizás sepa más cuál es el papel”. Y le preguntamos si, en función de lo que decía, ahora se sentía más Aleix Espargaró, su hermano. Se rió y dijo: “Tampoco tanto”.
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