Otro test crucial sin Márquez

Marc Márquez no levanta cabeza. Y eso, consecuentemente, provoca que Honda tampoco lo haga. Han vuelto a subirse al podio con Álex Rins en Austin, pero esa alegría resulta una utopía cuando la caravana del Mundial de MotoGP aterriza ya en Europa. La cita de Jerez supone para muchos un nuevo comienzo de temporada y, en ella, tampoco estuvo el piloto del Repsol Honda Team. Sorprende y mucho su ausencia por tercera cita consecutiva tras un paso por quirófano para fijar su fractura en el metacarpiano de la mano derecha. Una lesión que, a priori, no parecía muy grave, pero que ha ido encendiendo las alarmas con el paso de las semanas. Por el momento, el ocho veces campeón del mundo ya lleva un mes de baja y, según el comunicado de la marca, aunque “evoluciona favorablemente” no prevén su regreso hasta el GP de Francia, en Le Mans, el próximo 12 de mayo.

Se le ha visto entrenar en el gimnasio, pero todavía no ha vuelto a incorporar las motos en sus entrenamientos habituales. El detalle puede pasar desapercibido, pero supone un punto clave para recuperar la rutina del campeón y algo que ha llamado la atención de muchos. La explicación es sencilla: los tres equipos médicos consultados le aseguraron al de Honda que era “una locura correr en Jerez” y que con solo la presión del manillar en las frenadas podría hacer que “saltara la cirugía”. Una consecuencia que sería fatal porque “podrían quedar secuelas” o algo peor. “Una lesión igual podría ser el fin de mi carrera”, aseguraba el propio Marc durante su visita al trazado andaluz, en una rueda de prensa para hablar de su situación actual.

Ahora Márquez se da dos semanas más de margen para dar tiempo a consolidar un hueso que “no ha terminado de cicatrizar”. Lo cual, para Honda supone un varapalo de magnitudes incalculables. “Correr en Jerez era arriesgado”, asume Marc, que ha aprendido a no ser impaciente tras su lesión en el brazo, pero que, sea como sea, provoca unas consecuencias dentro de su box que traerán cola. El objetivo del español, el de correr este pasado fin de semana en tierras andaluzas, “no se ha podido cumplir” y eso supone que tampoco estará presente en el test de este lunes, 1 de mayo, en el Circuito Ángel Nieto de Jerez. Las únicas que dan oportunidad a desarrollar el prototipo en temporada. Unas pruebas que resultan ser cruciales para los japoneses, donde probarán piezas nuevas que, esperan, supongan la confirmación de un paso adelante que comenzó con el podio y la victoria de Álex Rins en Austin. Y entre tantas evoluciones, la pieza clave: Marc debería probar el nuevo chasis fabricado por Kalex que, en principio, pasará a otras manos ante su ausencia.

Honda sigue el plan

“Está claro que perderse carreras ya duele, perderse el Gran Premio de España duele más, y también afecta bastante perderse el único test que tenemos este año, porque ya hasta Misano no hay otro”, lamenta Márquez ante la prensa, aunque tranquilo por dejar las pruebas en manos de “dos pilotos más que son muy buenos, que son Rins y Mir”. Dos compañeros de marca que, como ya comentó en los test de noviembre en Valencia, que podrían ser “la gran baza” para los japoneses y que, por tanto, tendrán que escucharles si quieren salir a flote antes de que sea demasiado tarde. Pese a frenar el ansia del último ganador en Texas, quizás la baja del campeón dé a Rins un papel más importante en las pruebas de este lunes y tenga la oportunidad de probar ese chasis que le negaron en un principio o estrenar el ansiado bastidor encargado a Kalex. Aunque su probador, Bradl también estará presente.

“Tenemos un plan y vamos a seguir con ello”, indicaba Alberto Puig, team manager de la marca, quien también lamenta la ausencia de Marc. Aunque puede que tengan “que modificar un poco el plan”, siguen adelante con “una clara dirección a seguir en el test”. “La pregunta es quién va a probar en el test, es algo que tenemos que discutir durante el gran premio”, añadía el pasado jueves, sin dar más detalles durante el fin de semana. Honda no tiene tiempo que perder y busca algo a lo que aferrarse el resto del año o, al menos, hasta que Márquez pueda probar todo lo nuevo que la marca mande desde Japón. Eso sí, con tiempo limitado, porque un fin de semana de carreras nunca es buen lugar para probar todo al detalle. Por el momento, HRC lleva tres chasis desde noviembre, dos de ellos descartados por el propio Márquez al no sentir grandes cambios de sensaciones.