Lo nunca visto en el mercado de MotoGP
Sólo ocho pilotos de la parrilla tienen sillín asegurado para la próxima temporada y la Honda de Pol es la pieza clave.
El paddock del circuito de Sachsenring es un hervidero, y no precisamente por el calor que, aún pegando el sol, es mucho más llevadero que en España con la sofocante ola de calor. Aquí el hervidero viene del mercado de fichajes en MotoGP, más incierto que nunca con sólo ocho pilotos de los 22 de la parrilla a estas alturas de temporada con sillín asegurado para la próxima temporada. Es lo nunca visto. Sólo Marc Márquez, Bagnaia, Quartararo, Morbidelli, Aleix, Maverick, Brad Binder y Miller tienen contrato en vigor para el próximo curso, y mucha culpa de ello tiene la espantada de Suzuki, que tenía a punto de renovar a Mir y Rins.
Los corrillos se suceden por el paddock y en ellos sus integrantes se preguntan unos a otros qué información manejan para hacer intercambios de cromos. El motoficción se impone a la realidad en algunos casos, aunque también hay informaciones creíbles y de primera mano, como que Oliveira está negociando o ha negociado con cuatro fábricas, según le asegura a AS su padre, Paulo Oliveira.
Al portugués se le daba ya fichado ayer por Ducati para el equipo Gresini, pero a las seis de la tarde su futuro continuaba en el aire. Resulta que el equipo Gresini había anunciado para esa hora un anuncio importante y, como en Montmeló se vio a su padre reunirse con responsables de Ducati, se daba por hecho que sería el fichaje del luso por el equipo satélite de la casa de Borgo Panigale, pero que va... Sacaron el anuncio del libro del añorado Fausto Gresini, escrito por Marco Masetti, con el título Historia de un soñador, y quedó así sin encajar otra pieza del rompecabezas, que ha hablado con Ducati, Honda, Aprilia y KTM para ver si continúa ligado a la firma austriaca.
De todas las motos que hay aún por asignar, la Honda de Pol se postula como pieza clave y todo apunta a que irá a parar a manos de Mir, pero aún no está cerrado. Pol, por su parte, suena con fuerza para el Tech3 de KTM y muchos lo dan ya por firmado, pero en su entorno desmienten ese detalle y hay aún posiblidades incluso de que continúe en Honda, en el equipo satélite de Cecchinello, en el que se da por supuesto que llegará Ogura para ocupar el lugar de Nakagami. Lo que está por ver también es que pasará en ese box con Álex Márquez, piloto al que Alzamora ha buscado hueco para el año que viene, pero de momento sin éxito que se conozca.
Charlando con Pol, se le ve más relajado que antes y confiado en sus posibilidades de futuro y, al preguntarle si tiene la posibilidad de elegir, dice: “Sí, sí, sí. Hay algunas opciones. Hay que pensar también que Honda tiene cuatro motos y sólo es uno el que está confirmado, con lo que tiene tres libres ahora mismo. Que quiera uno o dos japoneses es otra cosa, pero son tres plazas las que hay ahí. También hay dos Tech3, dos Aprilia hasta que no se diga lo contrario y una Ducati en Gresini. Hay bastantes motos, pero las opciones tienen que ser buenas económicamente también, porque aquí nos jugamos la vida por algo y últimamente la tendencia es pagar cada vez menos por parte de algunad fábricas, porque tienen el control del campeonato, y eso no me parece bien, pero es lo que hay”.
Interensantísimo será saber qué decide finalmente Ducati acerca del compañero de Bagnaia en el equipo oficial. Se han dado de plazo hasta el 31 de agosto para decir algo y a esa posición optan Bastianini y Martín, con más posibilidades para el italiano vistos sus resultados de este año, pero con el mismo material e igual salario, según confirma a AS el representante del madrileño.
Y otro punto caliente, muy caliente, es ver quiénes serán los propietarios de las dos Aprilia satélite. Rins suena con fuerza para una de ellas y la otra está por ver. Se ha hablado hasta de Vietti para una de esas motos, que saltaría de Moto2, pero Pablo Nieto, su jefe, dice que se quedará donde está un año más. También se llegó a hablar de un salto desde Moto2 para Acosta, con destino a la Honda de Pol, pero el murciano le asegura a AS que el día que suba a MotoGP querrá hacerlo vestido de naranja KTM, que es la fábrica que apostó por él desde hace tiempo.
Hay muchas dudas por resolver todavía y algunos con el futuro más negro, porque de Raúl Fernández se sabe poco, lo mismo que de su compañero, Gardner, aunque al australiano no le importaría pasarse a las SBK.