MOTOGP | HOLANDA | EZPELETA (PARTE 1)
“No vamos a cambiar las motos para que haya más adelantamientos”
Carmelo Ezpeleta no comparte la teoría de los pilotos como Márquez o Pol que creen que empeora el espectáculo de MotoGP con tanto desarrollo tecnológico.
Cumplida la primera parte del campeonato, diez de veinte citas, es momento en AS de hacer balance desde el paddock de Assen con Carmelo Ezpeleta, CEO de Dorna y máximo responsable del Mundial de MotoGP. Hace tiempo ya que el Mundial goza de buena salud, deportiva y económicamente hablando, pero también es cierto que hay pilotos que critican tanto avance tecnológico que, a su entender, dificultan los adelantamientos y empeoran el espetáculo. Desde el punto de vista de AS, las carreras están saliendo menos divertidas este año y se lo transmitimos directamente a un Ezpeleta que tiene otro punto de vista.
-Me divierto menos este año con las carreras de MotoGP y no soy el único al que le pasa, porque me llega lo mismo de mucha gente. ¿A qué cree que se debe?
-Yo no me aburro. El deporte es deporte y las circunstancias, la gente y la presión hace que unas carreras salgan divertidas y otras no. Lo que hay que conseguir es que estén muy igualadas y que gane el mejor. Es curioso, porque hay gente que se queja de que no gane uno siempre y otros que se quejan de que siempre gane el mismo. Es igual. Eso nosotros no lo podemos tocar y la historia de que se adelantan más o se adelantan menos es un cuento.
-Hay pilotos como Márquez o Pol que son contrarios a tanta evolución tecnológica, porque creen que dificulta los adelantamientos. Y a Oliveira en la recta de Mugello le sacaron fuera las turbulencias que generaba la Aprilia de Espargaró. ¿No dificulta tanta tecnología los adelantamientos?
-No sé si dificulta o no, pero es así. Esto son unas normas técnicas que se aprobaron para este periodo de cinco años por los fabricantes, y ya está.
-Hasta 2026 incluido. ¿Eso es inamovible si decae el espectáculo?
-Sólo se puede cambiar si todos los fabricantes estuvieran de acuerdo en moverlo.
-Entiendo que las carreras no siempre pueden salir igual de buenas, pero la dinámica actual inquieta.
-(Sonríe). El año pasado eran las mismas normas.
-Pero hubo congelación tecnológica. No sé si es casualidad o no, pero con la descongelación han llegado carreras menos divertidas y hay pilotos que dicen que cuesta más adelantar con tanta aerodinámica y con el ‘rear device’ dinámico (el sistema de bloqueo trasero de la amortiguación)…
-Pues esos que se lo digan a su jefe. Hemos llegado a una situación estable en el campeonato, con muchas marcas ganando y con todas competitivas, con un reglamento que hemos hecho de acuerdo con ellas y por el tema de las concesiones, y eso no se va a cambiar si no están todos de acuerdo. Y ya está.
-Por lo tanto, ¿no lo ve como problema?
-No. Lo que sí estamos haciendo ya es preparar las normas de 2027.
-¿Puede dar alguna pincelada de ello?
-Evidentemente, nos gustaría que la velocidad punta fuera un poco más baja y que hubiera menos cosas. Nosotros tenemos ideas, las comunicaremos a cada uno de los fabricantes, ellos nos dirán lo que piensan, lo meteremos en una batidora y de ahí veremos lo que sale. Lo que sí es verdad es que para el 2027 yo no tengo obligación de seguir ninguna pauta. La FIM y nosotros podemos poner unas normas técnicas que, si fuera que todos los fabricantes presentes en el campeonato en ese momento estén en contra, podemos hacerlas. Para aprobar no hace falta una unanimidad que sí hace falta para los cambios.
-Al aficionado le da igual que vayan a 360 que a 330, ¿no?
-El problema de la velocidad está más en el paso por curva que en la velocidad punta. No creo que sea muy diferente para el peligro 330 que 360, porque en la recta gracias a Dios hay muy pocas caídas. A mí sí me preocupa la velocidad a la que pasan por una curva, que eso sí que aumenta las escapatorias, y estamos pensando cosas con nuestros ingenieros para ver cómo reducimos la velocidad del paso por curva.
-¿En aras de la seguridad?
-Son propuestas y lo que se tiene en cuenta es en no incurrir en unos gastos exagerados con los cambios y que a los fabricantes el deporte les siga ofreciendo la posibilidad de experimentar cosas. Las motos de calle tienen alas. ¿Vamos a prohibir que las tengan las motos de carreras?
-Las de calle son mucho más pequeñas. ¿Y si se demuestra que generan turbulencias y complican los adelantamientos?
-Es que eso yo no lo creo. Es que no es verdad que no hay adelantamientos. Eso lo decís vosotros. Habrá menos, pero hay. Esto va por otra línea. Esto no es el circo. Hago lo que creo que hay que hacer de acuerdo con los fabricantes. Habrá fabricantes que no están a favor de las alas. Para la próxima vez ya veremos cómo lo hacemos, pero esta legislatura se aceptó con unas normas que todos dijeron que fueran estables. Se cambió lo de las alas libres por dos juegos al año y eso se aprobó por todos. ¿Qué haremos? Que el deporte sea más seguro cada vez y más viable económicamente. Por ahí es por donde iremos.
-¿Es casualidad que haya menos adelantamientos en cabeza o de última vuelta luchando por la victoria?
-Las carreras son así y si no es casualidad es que no tengo nada que hacer para eso. Nosotros no vamos a cambiar las motos para que haya más adelantamientos.
-¿No lo cambiaron ya una vez para hacerlo más divertido?
-No lo cambiamos para hacer las carreras más divertidas sino para hacerlo más asequible y más igualado.
-Pues se cambió la dinámica a mejor.
-Ya, pero no se hizo por eso. Esto es el Campeonato del Mundo, donde unos tíos se juegan la vida por ser campeones del mundo. ¿Cómo que no es divertido? Ha habido dos carreras que entre todos hicimos que no fueran bien, que son Portimao y Mugello, con pinchazo de público. Respecto al resto, el campeonato va correctamente, pero con dos llenazos tremendos que fueron Francia y Alemania.
-¿Uno de los éxitos del campeonato fue conseguir un campeonato más plural, aunque fuera igualando las motos a la baja?
-Es más plural, pero no estoy de acuerdo con eso de que se igualó a la baja. Se igualó, montando todos las mismas ruedas y la misma centralita, y nuestra centralita no era peor que la tenían ellos. La centralita originaba un coste económico gordo, pero se mantuvo un nivel máximo de la centralita con la nuestra y también de neumáticos.