MotoGP llega “al límite humano”
Stefan Bradl se muestra crítico con el nuevo formato del campeonato, el cual hace a los pilotos más agresivos que nunca: “Es hora de desescalar un poco”.
Tiene amantes y retractores, como todo en esta vida, pero quizás la fama del Mundial de MotoGP no está avanzando por el camino que desearon desde un principio. Quizá sí en términos de acción, competición, nervios y muchas luchas llevadas al límite. Pero quizá no tanto cuando el peligro real pasa a ser una parte considerable del fin de semana de cada uno de los pilotos. Y sí, es verdad que siempre ha sido un gaje de oficio, pero las nuevas sprints hacen que ese nivel siga en aumento. Lo cual, provoca que las citas de cada sábado sean ya una verdadera jungla. Toques a cada curva y una tensión que ya se ha cobrado cinco víctimas en dos grandes premios. Márquez, Mir, Oliveira, Bastianini y Pol Espargaró. Lesionados y baja para Argentina. Algunos con paso por el quirófano incluido.
¿Es necesario seguir así? Quien tiene que vivirlo en sus propias carnes tiene clara la respuesta . Desde el primer ensayo en Portimao, muchos pilotos han dejado claro lo arriesgado que puede llegar a resultar seguir por este camino. Por encima de la emoción hay que tener en cuenta la integridad de los participantes, pero muchos de ellos llegan ya a un nivel de agresividad que no se puede permitir. Ejemplo de ello puede ser la acción tan polémica de Márquez, el incidente de Marini y Bastianini en Portimao, pero también un toque de Nakagami a Quartararo, sin sanción, que encendió al francés en Argentina ante el riesgo que tomó el japonés. Entre todos los que rechazan la idea, Aleix Espargaró es el gran representante, aunque cada vez más voces se suman a su discurso. El último en hacerlo, Stefan Bradl, piloto probador del Repsol Honda, que advierte a la organización: “Todo el mundo está arriesgando al 110%”.
Pero el alemán no solo apunta a las polémicas carreras al sprint. Su crítica va más allá. De hecho, se trata de un cúmulo de cosas que, entre muchos ingredientes, resalta la mano dura de Dirección de Carrera con las sanciones en este inicio de año y unas motos que no frenan en su avance tecnológico (especialmente en la aerodinámica). “Los pilotos ya no tienen margen para cometer errores”, explica Bradl a Speedweek, porque “si cometes uno, por pequeño que sea, te sancionan de inmediato”. La presión es alta: “Tienes que seguir la trazada perfecta, prestar atención a los límites de pista y activar los dispositivos de la moto en el momento adecuado. Llegará un momento en el que la capacidad humana alcanzará su límite, y es entonces cuando se producen las caídas”.
Frenar el avance
Por eso, es hora de buscar soluciones. Advierte de que se “ha llegado al límite humano de este deporte” porque “estas motos exigen mucho”, tanto que, “incluso para nosotros, los probadores, que sólo nos subimos a una MotoGP una vez al mes, es difícil acabar en la zona de puntos”. Ni qué decir ya cuando se busca un piloto en Moto2 o Superbikes para sustituir a alguien lesionado. El periodo de adaptación es cada vez más elevado e, incluso en un prototipo menor, Jordi Torres lo sufre en Moto2 con una moto que no conduce desde hace nueve años. Es decir, un prototipo completamente nuevo para el español, quien sustituye al lesionado Izan Guevara.
”Creo que es hora desescalar un poco MotoGP”, propone Stefan Bradl, a la vez que considera “un poco exagerad poner bajo investigación cada pequeña cosa que sucede y que a menudo se impongan sanciones”. “A veces me cuesta entender el modo en el que las distribuyen”, revela, mostrando una confusión que caracteriza a todo el paddock en las últimas semanas. “No existe un reglamento concreto en el tema de las sanciones, sólo es algo que se habla los jueves (en la Comisión de Seguridad), donde se le dice a los pilotos qué sanciones les van a imponer por pilotar de forma irresponsable, si pones en peligro a otro piloto o si provocas una caída”, comenta Bradl, dejando a la vista las carencias de un Mundial que tiene mucho que mejorar.