“Mi mejor año está por llegar”
Viñales habla con AS en Australia y confía en su futuro: “Cuando pueda hacer una moto para mí, va a ser un fin de semana sí y otro también divertido”,
Muchos son los pilotos que señalan Phillip Island como su circuito favorito y en el caso de Maverick Viñales (Figueres, 27 años) se refleja con buenas actuaciones del pasado y con una sonrisa permanente cada vez que se baja de la moto, así que era el escenario perfecto para tener una entrevista a fondo con el de Aprilia.
-¿Por qué es tan irregular?
-¿En qué sentido?
-En el de los resultados. Costó que llegara a la senda del podio con Aprilia y, cuando lo hizo, tres conseguidos en cuatro carreras, luego fue decimotercero y dos veces noveno. ¿Por qué no es un fijo de las primeras posiciones ahora?
-Hay muchas variables.
-Pues cuente, cuente. Que hay ganas de verle ganar con la Aprilia...
-A principio de año, es difícil adaptarse a una moto nueva. Es muy complicado ser regular, porque un fin de semana se me da mejor una pista o se adapta mejor el setting y estoy prácticamente delante de entrada. A mitad de temporada, sí conseguí tener sensaciones muy parecidas de un circuito a otro y el nivel competitivo de la moto era muy bueno, con lo que me era fácil estar siempre entre los primeros. Luego, al llegar a Aragón, tuve problemas en un motor todo el fin de semana y eso me hizo salir en la quinta fila, pero en carrera tenía ritmo para estar en el podio. Nos dimos cuenta en el warm up, muy tarde, de que había un problema en el motor, y pude remontar, pero no hacer la carrera que me hubiera gustado hacer. En Japón, acabé contento con la calificación y luego en carrera pusimos un neumático que no funcionó bien, el medio. Con el blando podía haber estado luchando por el podio. Y Tailandia fue un fin de semana súper difícil. Cambiaron los neumáticos y estuvimos todo el fin de semana a la deriva. Por suerte, llovió en la carrera y salimos a flote. La moto no funcionaba bien con esas gomas y ya está. No me veo irregular sino que se juntan muchos factores: piloto, equipo, neumáticos, buenas elecciones, un buen plan de entrenos... Hay muchas cosas. Sería irregular si todo fuese siempre igual y variasen los resultados.
-Que claro lo tiene.
-Es que MotoGP se ha vuelto muy competitivo y un trabajo de equipo, y hay ocho Ducati que, como les vaya bien el fin de semana, tienes delante a las ocho y eso te impide estar siempre delante y luchando. No es cuestión de inspiración. Tiene que cuadrar todo para estar delante y salir delante, que eso te cambia todo.
-A pesar de que los resultados no son aún los que se esperan de usted, se le ve súper feliz en Aprilia, lo que no quita para que de vez en cuando se le vea enfadado en el box, haciendo gestos...
-Es importante mantener la ambición y el carácter, que es lo que te hace mejorar. Siempre con buenos modales y respetando a todas las personas del equipo y a la marca, pero a veces hay que empujar y decir qué está pasando aquí.
-¿Un puñetazo en la mesa?
-No lo diría así sino motivarles y hacerles ver qué vengo aquí a ganar. Hay que trabajar y trabajar. Va bien a veces apretarles durante la temporada, igual que ellos te aprietan a ti. Eso es un juego muy bueno con el equipo para no darse nunca por satisfecho. Y es que aquí mejora todo el mundo cada día.
-¿Y qué dice de lo feliz que se le ve?
-Es que me siento tranquilo. Estoy en paz y estoy bien, muy contento. Vengo a las carreras disfrutando mucho. Tengo mucha motivación. Me siento muy completo y en casa me complementan en todos los sentidos Raquel y Nina (su mujer e hija), pero luego en el GP también me siento realizado. Está claro que nos falta ganar y luchar por el título, pero es algo que llegará con trabajo, con paciencia y entendiendo bien la moto. Esta Aprilia tiene mucho potencial, pero hay que entenderla bien.
-El caso de Griezmann, renunciando a más dinero del Barcelona para seguir en el Atleti, me recuerda a su caso y la salida de Yamaha. ¿Es realmente más importante la felicidad que la pasta incluso a este nivel?
-Quien dice que el dinero no es importante, miente, porque es muy importante. Es súper importante, y más en los días que vivimos, en los que hay que pagar hasta por respirar. Es importante para la seguridad y tranquilidad de tu familia, pero es algo que no priorizo. He tenido la suerte de que me ha ido bien en mi carrera. He sido inteligente, he podido ahorrar bien y hacer buenas inversiones. Me da tranquilidad saber que si corro en moto no es por cuestión de dinero sino de honor, principios o valores. Eso me hace ser más feliz, porque cuando hice el cambio no lo hice para ser feliz sino en el sentido de la competición, en llegar a mi mejor momento, a explotar todo mi potencial. Y creo que mi mejor año está por llegar. Cada día estoy más convencido de ello.
-El otro día Zarco hizo de perfecto guardaespaldas de Bagnaia…
-Lo vi, lo vi, y creo que podía haber ganado la carrera.
-¿Haría lo mismo por Aleix en las carreras que quedan?
-Por supuesto, y no es cuestión de hacerlo por Aleix es porque estamos en Aprilia. Yo lo haría por los dos, porque Aleix me cae bien y le tengo bastante cariño, pero es que somos un equipo y trabajamos para una marca, y quiero que gane esa marca. Siendo egoísta, prefiero ganar yo, pero sería muy feliz si la marca lograra eso con mi incorporación. Aprilia ha mejorado mucho en un año y eso me hace feliz y me realiza mucho.
-¿Qué haría si fuera Aleix?
-Disfrutar, pilotar y no pensar mucho. De los tres de cabeza, Aleix tiene la mejor posición que hay. Es el que persigue, tiene menos presión, la gestiona bien y me tiene a mí. (Se ríe).
-Y en Phillip Island, donde ganó en 2018 y mantuvo un duelo tremendo con Márquez en 2019 hasta que se cayó en la última vuelta. ¿Pesa más el recuerdo de la victoria o el de la caída?
-Tengo buen idilio con todos los circuitos y Phillip Island es un circuito que se pilota mucho con gas. Traccionar, salir de la curva, hacer girar la moto derrapando y todos esos detalles a mí se me dan muy bien. Luego, aquí depende de lo que quieras apretar, porque hace frío, con frenadas rápidas, mucho ángulo con máxima velocidad y a mí me divierte ir a ese límite.
-¿Cuánto está dispuesto a arriesgar este fin de semana?
-A tope. Todo y desde el primer momento.
-Dígame si pesa más en su recuerdo de aquí la victoria de 2018 o la caída de 2019.
-Está claro que la victoria es impresionante, pero conseguirla en Phillip Island, más. He conseguido unas cuantas y esa de 2018 fue muy bonita, pero tengo mejor recuerdo de 2019, pese al final, con la caída, pero el tercero estaba como a quince segundos. No me esperaba que Marc estuviera ahí conmigo, porque durante el fin de semana no estaba, pero lo gestionó bien y aprovechó el motor que tenía la Honda para pasarme en la última vuelta. Fue divertido y piloté genial todo el fin de semana.
-¿Cómo ve a Márquez en este regreso?
-Le veo bien, fuerte, y va a estar ahí, por supuesto. Y ojalá, porque tengo ganas de que estemos todos ahí, a tope. Yo veo a la Aprilia con mucho potencial incluso en agua. Nunca había ido así en agua y me da una tranquilidad extra por si llueve aquí.
-¿Por quién apostaría entre Quartararo y Pecco?
-No soy de apostar, pero aquí a Ducati siempre le ha costado y la Yamaha va muy bien. Va a depender de los nervios de cada uno. Apuesto por Pecco, porque tiene siete Ducati más y no porque no le vayan a pasar sino por los datos que le aportan. Puede estar concentrado en lo suyo y luego coge la información de todos y llega a la carrera con la moto preparada. Eso puede ser un extra.
-¿Por qué le tiene tanta fe, Rivola, el jefe de Aprilia?
-Él ve que mi potencial todavía no está explotado del todo y me lo hace ver. Salvo Aleix, nadie ha conseguido hacer nada con la Aprilia y yo estoy dando guerra. Me veo muy fuerte y sé que voy a tener mi oportunidad. Cuando pueda hacer una moto para mí, va a ser un fin de semana sí y otro también divertido y luchando delante.
-Eso es luchar por el título. ¿Para el año que viene?
-Espero que sí. No tengo que hacer nada muy distinto a lo hecho en Assen y Silverstone. De mitad de temporada hasta ahora, sería cuarto en el campeonato, y con muchos errores. Hay que afinar todo, tener un buen plan del fin de semana e ir a por todas. Lo tenemos todo para triunfar.
-Así sea.
-Por supuesto.