‘Martinator’ y la hora de la verdad
Llega líder a la última cita con 24 puntos sobre Bagnaia y será campéon el sábado si le saca dos puntos más o el domingo sumando 14 en el cómputo del GP.
No va más. El GP Solidario Motul de Barcelona es la última cita de la temporada en MotoGP, la que se corre por y para Valencia, con fines benéficos para los afectados por la DANA en Valencia y alrededores, y en la que se decidirá el título entre Jorge Martín y Francesco Bagnaia. Resumiendo, es la hora de la verdad para Martinator, que tiene muy a tiro la consecución de su primera corona de MotoGP.
El madrileño de San Sebastián de los Reyes, localidad que pondrá una pantalla gigante en la Plaza de la Constitución para apoyar a su paisano desde primera hora de la mañana, tanto el sábado como el domingo, llega con 24 puntos de ventaja sobre Pecco, lo que es mucho ya con sólo 37 puntos en juego. Esa renta le ofrece al del Prima Pramac hasta ocho combinaciones posibles para salir campeón el sábado en el esprint, escenario en el que el italiano no puede salir campeón en ningún caso.
Martinator saldrá campeón del esprint de Montmeló si lo gana o se da cualquier resultado con el que le meta dos puntos más al del Ducati Lenovo. Si eso no sucediera, habría que ver qué panorama queda para el domingo, pero antes de arrancar el fin de semana que reemplaza al del Ricardo Tormo, el madrileño sabe que se coronará si consigue un total de 14 puntos en el cómputo global del fin de semana. Eso pasa, por ejemplo, por firmar dos sextos puestos.
La difícil ruta de Pecco al título
En cuanto a Bagnaia, él no tiene posibilidades de salir campeón el sábado, jornada en la que su objetivo es llegar con el campeonato abierto a la carrera del domingo. En su caso, estando 24 puntos por detrás de Martín necesita sumar 24 puntos más que él este fin de semana para conseguir su tercer título consecutivo. Son 24 y no 25 porque un hipotético empate a puntos le beneficiaría por mayor número de victorias los domingos.
Es una recompensa complicada de conseguir y que no ha logrado en toda la temporada en un solo GP, pero que pasaría, por ejemplo, porque él hiciera doblete de victorias y el español no puntuara el sábado y el domingo como mucho fuera cuarto.
Como se ve, el hijo de Ángel Martín y Susana Almoguera, el hermano de Javier, lo tiene muy al alcance de la mano, pero no puede confiarse lo más mínimo, consciente de que un cero suyo el domingo, si se llega aún con lucha, podría ser un adiós al trono que tanto ansía. Y ejemplos para ello hay a lo largo de la historia, porque hasta el mismísimo Valentino Rossi perdió en la última cita de 2006, en Valencia, un título que parecía de antemano que tenía ganado y que se llevó el añorado Nicky Hayden. Y por si fuera poca la presión, hay amenaza de lluvia durante el fin de semana catalán.
Márquez y Acosta tienen desafíos
En otro orden de cosas, será muy interesante ver en Montmeló si finalmente Marc Márquez le gana a Enea Bastianini la pelea por el tercero de la general (le saca un punto) y si Pedro Acosta contiene a Brad Binder para acabar él quinto y como la mejor KTM de la parrilla y la primera no Ducati.
El Tiburón de Mazarrón le saca tres puntos al surafricano y, aunque pase lo que pase habrá firmado un gran debut, con cinco podios hasta el momento, será todo un orgullo para él acabar como el primer piloto de su marca, con el añadido de que ha corrido en el equipo satélite en lugar del oficial, equipo al que irá el año próximo para compartir box precisamente con Binder. A ese quinto puesto también aspira Maverick Viñales, que está a 20 puntos de distancia del novato.
Volviendo a Márquez, hay que recordar que este año está corriendo con una Ducati GP23 mientras que La Bestia lo hace con la oficial del 2024, habiendo quedado claro durante la temporada que hay ventaja técnica para los pilotos que disponen de ella. Así que sobra decir lo bien que le sabría ese tercero antes de estrenarse en el test del martes en el box oficial Ducati, como nuevo compañero de Pecco.
Y destacar que será el último GP como piloto fijo de la parrilla de Aleix Espargaró, al que presumiblemente se volverá a ver el año que viene en alguna cita como piloto de pruebas de Honda, el nuevo rol que desarrollará después de haber llevado a Aprilia o cotas inimaginables hace años. En Montmeló, precisamente, logró su última victoria al esprint, este mismo año, dos días después de anunciar su retirada oficialmente de la competición. Será muy especial para él todo lo que viva este fin de semana, y más aún si el que gana el título es su gran amigo Jorge, una especie de hermanito para él, con permiso del gran Pol Espargaró.