Martín va a por nota en Assen y Márquez, a sufrir la Honda
La vieja catedral cierra el primer triplete del año con el madrileño en estado de gracia y el catalán en busca de información para que su fábrica reaccione de una vez.
Hubiera resultado difícil imaginar a principio de año un titular como éste para la previa del GP de Países Bajos: “Martín va a por nota en Assen y Márquez a sufrir la Honda”. De entrada, el que suele abrir los titulares es el ocho veces campeón y también el que solía ir a por nota llegada la cita de turno. Ahora, sin embargo, es Martinator en el que más debe confiar el aficionado español para que se oiga el himno este fin de semana en la clase reina y el catalán, en cambio, es una moneda al aire sin tener nada claro si saldrá cara o cruz.
Que el del Repsol Honda haya decidido acudir a correr a Assen ya es una novedad importante, porque el pasado domingo optó por la retirada del GP de Alemania tras acumular cinco caídas en dos días. La primera llegó el viernes por la tarde, en el P2, la segunda en la Q1, la tercera y la cuarta en la Q2 del sábado y la quinta en el warm up del domingo por la mañana. Con ese panorama, normal e inteligente que no optara por salir a carrera, ya no por la pequeña fractura sufrida en el dedo pulgar de la mano izquierda, lo que no impidió que recibiera el OK médico para correr, sino porque no se encontraba listo a nivel anímico después de tanto palo como se dio por culpa de una moto que le traiciona a la mínima. Marc se hartó allí de la Honda, una moto en la que no confía y a la que le dedicó una peineta el viernes de Sachsenring después de tener un susto gordo en forma de trallazo. La filosofía de este viaje es recoger información para que los ingenieros de Honda puedan evolucionar la moto este verano. Suena a utópico, pero por intentarlo que no quede, y a ver si en el ala dorada reaccionan de una vez.
El sábado, en cambio, sí que salió a un esprint en el que se dejó ir, como él mismo reconoció después, para acabar undécimo, el sitio que realmente le corresponde a esa RC213V en estos momentos. Algo inusual con el ocho veces campeón estando en forma, pero entendible, y que choca frontalmente con su actuación en Le Mans no hace tanto tiempo. En aquel GP de Francia de mediados de mayo, Marc se cayó al final de la prueba peleando con un Martín que ahora está en estado de gracia, porque viene de sumar seis podios consecutivos, firmando en Sachsenring un doblete que nunca había rubricado hasta la fecha.
Aquello fueron 37 puntos de 37 puntos posibles para el madrileño y, lo que es mejor, el grito al mundo entero y en especial a los responsables de Ducati que este año está para pelear por el título. Más importante casi que la victoria fue la forma y contra quien, porque batió a Bagnaia por sólo 64 milésimas y después de contener hasta la misma línea de meta el empuje del vigente campeón. Pecco sigue liderando con diferencia considerable, pero el piloto satélite del Prima Pramac llegó a 24 puntos de él en Alemania y a Holanda lo hará sólo a 16, así que batirle otra vez le acercaría a la cabeza y mandaría a su rival de vacaciones ciertamente preocupado.
Dicho todo eso, las dos Ducati de los dos primeros de la general no son las únicas a tener en cuenta este fin de semana, porque el pasado domingo las ocho que hay en pista acabaron entre las nueve primeras plazas. Alucinante el arrase de las motos de Borgo Panigale a la competencia. Y también habrá que estar atentos a lo que puedan hacer los pilotos de Aprilia, porque el año pasado Aleix hizo en esta pista la remontada de su vida y Maverick subió al podio. Las KTM, por supuesto, se espera que sigan dando guerra. De las Yamaha ya poco se espera a estas alturas viendo sus últimos resultados. Y en Honda será interesante ver a Lekuona sustituyendo de nuevo al lesionado Mir. A Rins, que tiene para largo con su fractura de tibia y peroné, le reemplazará el probador de Honda, un Bradl que está de sobra visto que no es igual de útil que Pedrosa en el papel de probador de KTM.