Martín emula a Rossi
El español se proclama como primer piloto independiente en ganar el Mundial dentro de la era MotoGP. Antes, lo logró Valentino en el año 2001.
“Quiero ser una leyenda de MotoGP”. Y Jorge Martín ya está un paso más cerca de serlo. O quizá dos. Porque aparte de alzarse con el Mundial de la categoría reina, lo ha hecho a lo grande, entrando en la historia del motociclismo al ser el primer piloto en hacerlo desde un equipo independiente. El Prima Pramac Racing. Y, por ello, el orgullo es doble. Mérito también a Ducati, que con honor cumplió su palabra de no implicarse en la lucha por la corona, manteniendo a ambos pilotos, junto a Pecco Bagnaia, con el mismo material para dejar que batalla fuera justa en pista. Tan solo dependía de la actuación de ambos y, al final, el español le arrebató el uno del campeón al italiano.
Sin duda, la no implicación de Ducati era algo que nadie se esperaba. El propio español reconoció que el miedo y la incertidumbre se mantuvo hasta el final porque “todos esperaban que pasara algo raro en las últimas carreras”, pero al ver la bandera a cuadros y darse cuenta de que ya era campeón, no dudó en agradecer a los italianos por haber sido “muy nobles” y no hacer “nada en contra”. Incluso aunque Martín se lleve el dorsal de campeón a Aprilia, aunque eso no es más que una consecuencia de las decisiones tomadas en Borgo Panigale. Y, aunque todavía es un misterio saber si lo lucirá o no en su próxima moto, el hecho de ser el primer campeón de un equipo independiente en la era MotoGP es algo que le hace entrar a lo grande en los libros de historia.
Y es que es el primero en MotoGP, pero solo cuatro pilotos lo han conseguido a lo largo de los 75 años de historia del Mundial: Valentino Rossi (2001) con la Honda, Franco Uncini (1982) con una Suzuki Gallina, Marco Lucchinelli (1981) con la misma moto que su sucesor y Kenny Roberts (1978) en su llegada al Mundial con el Indepedent Team Yamaha, derrotando a Barry Sheene y su Suzuki del equipo oficial. “He sido el primero y eso es parte de la historia”, señalaba el español, en una entrevista post GP Solidario de Barcelona, recordando que han tenido que pasar más de veinte años para poder volver a ver un hito así que, como bien día, no se había dado nunca en la era moderna del Mundial, con los equipos oficiales dominando de manera aplastante desde la entrada de MotoGP en 2002.
Aquel 2001, Valentino Rossi se convirtió en leyenda. No solo por ser su primer título mundialista en la categoría reina, sino por tratarse del último campeón de 500cc. Lo consiguió tras ganar el GP de Australia, en Phillip Island, a dos carreras del final de temporada y en una cita donde le valía ser octavo. Pero el italiano tenía que hacerlo todo a lo grande. En ese momento, se convirtió en el segundo piloto de la historia en poder coronarse en las tres categorías del Mundial (siendo el más joven, con 22 años) y, para más complicación, lo hizo con una Honda del equipo satélite, tan recordada por su diseño amarillo, en su segundo año con las motos pesadas (aunque en su primera temporada se quedó muy cerca de Kenny Roberts Jr. y fue subcampeón). Aquel curso, Il Dottore ganó once de las dieciséis carreras que se disputaron, además de dos podios. Lejos de este registro se ha quedado Jorge Martín: ha ganado tres carreras dominicales, pero las siete victorias en las esprint y una constancia que no ha tenido Bagnaia le bastaron para ser el quinto campeón español en MotoGP.