Márquez vuelve a ser la referencia
El español regresa al podio 350 días después y su actuación en casa de Honda le coloca de nuevo como el mejor posicionado de la marca japonesa en la tabla.
Han tenido que pasar 350 días entre lesiones, sufrimiento, frustración e incertidumbre para que Marc Márquez haya regresado al podio con el Repsol Honda. Pero, por encima de todo, siempre ha perdurado el compromiso de un piloto que en cierta manera, ha visto recompensado todo el esfuerzo de una temporada donde no sale casi nada. La RC213V continúa poniendo las cosas demasiado complicadas, de hecho, el último domingo que el ilerdense visitó el cajón fue en el GP de Australia de la pasada temporada, y aunque sí ha firmado dos top-3 en el esprint de India y Portugal, la resignación ha marcado un 2023 en el que las cosas se comienzan a ordenar poco a poco.
“El primer podio del año tenía que llegar en casa de Honda y delante de los jefes” como reconoció Marc, quizás, porque es la mejor manera de agradecerles todo lo que han hecho por él durante estos diez años en MotoGP. Suena a despedida y lo más probable es que así lo sea, pero al menos el ocho veces campeón pronunciará ese sayonara como la referencia que fue y, de nuevo, vuelve a ser 14 grandes premios después... aunque con 64 puntos en su casillero. Nada del otro mundo. Márquez únicamente fue el mejor piloto de Honda en la tabla durante la ronda inaugural en Portugal. Desde entonces no corrió en Argentina, Las Américas, Jerez, Alemania y Assen. Y cuando regresó, su instinto le llevó al suelo dejando los domingos el casillero vacío hasta un GP de Austria que acabó en la 12º posición.
Puede resultar sorprendente pero más bien era la realidad de un piloto que aceptaba esas posiciones o terminaba con caída intentando darle a Honda el mejor resultado posible. Aunque en realidad, estar fuera del top-10 era la mejor opción dentro de sus posibilidades. Eran posiciones demasiado frustrantes, pero al mismo tiempo la evidencia más clara de que en la fábrica del ala dorada, donde ahora comienzan a mover fichas a nivel jerárquico, no habían reaccionado lo suficiente. Tanto es así que Marc ha necesitado mucho tiempo para recuperar su desventaja en la tabla con el resto de motos japonesas, incluso estando Rins de baja en los últimos cuatro meses. El ilerdense sumaba poca cantidad en el mejor de los casos y a partir de Misano, tras un test decepcionante, se buscó la vida para intentar conseguir algo más.
“Hemos seguido un camino totalmente diferente al que recomendaba Honda en Misano y nos ha ido mejor”, confesó Márquez durante el fin de semana en Motegi. Al trazado japonés llegaba motivado por su actuación en un circuito como el de la India que repartió oportunidades para todos. Y aunque Marc volvió a oler sangre y despertó esa competitividad insaciable que le caracteriza, a las primeras de cambio Japón le demostró que no era para tanto. Golpe de realidad a modo de caída cuando peleaba por entrar el viernes a la Q2, pero nueva reparto de oportunidades cuando llegó la lluvia para hacer las diferencias entre monturas mucho más irrelevantes. Y como siempre, cuando hay una posibilidad, Marc suele ser el que nunca falla.
Acabó haciendo “un podio importante que ha llegado tarde, pero ha llegado en casa de Honda”. Lo ideal hubiese sido repetir estos resultados de manera regular desde que comenzó el curso, pero al menos Márquez sigue agrandando su historia con los japoneses y, por su puesto, en MotoGP. Con la tercera posición en Motegi se convierte en el 14º piloto de la historia que logra al menos un podio durante más de 10 temporadas distintas, supera a Ángel Nieto llegando a 140 podios en el Mundial frente a los 139 que logró el 12+1, y sólo tiene una tarea pendiente: neutralizar esas “7 u 8 décimas” que le sacan los de delante. Aunque a eso, seguramente, ya le ha puesto una solución. Todo lo que queda por mejorar es cosa de HRC, Marc ya ha hecho su parte.