Márquez se cuida como nunca
El octacampeón ha minimizado en su plan de entrenamiento el motocross, la parte que más le gusta y divierte, para minimizar el riesgo de lesiones.
Aunque la temporada 2025 de MotoGP acaba de empezar, tiene pinta de que el mayor rival de Marc Márquez este nuevo curso es el propio Marc Márquez. Dicho está ya, y se dirá las veces que hagan falta, que con la llegada del octacampeón al box del equipo oficial Ducati se da la combinación perfecta: el mejor piloto, con la mejor moto y en el mejor equipo. Y además, se cuida como nunca, lo que AS no asegura por haberle visto corriendo por el paddock en modo runner mientras accedíamos al circuito de Termas de Río Hondo a las nueve de la mañana.
Que de él depende lo sabe hasta el propio Marc, aunque no pueda ni deba decirlo, consciente de que en este deporte pasan cosas y que la que más le complicaría su camino en el intento de conquista de un nuevo título, el noveno, serían las temidas lesiones que tanto ha sufrido tan recientemente. Por eso el ilerdense se cuida este año como nunca en sus entrenamientos, aunque sea a costa de minimizar mucho de su plan de trabajo fuera de las carreras justo lo que más le gusta, más le divierte y más le hace desconectar del mundo real...
Se trata del motocross, especialidad que maneja y domina desde hace años, con sus vuelos incluidos, consciente de que el riesgo de lesión es más elevado con tanto salto que con otras disciplinas. “Sigo haciendo algo de motocross, pero menos que antes, porque ha llovido mucho últimamente y también por las lesiones”, le asegura a este diario cruzando el paddock de Termas de Río Hondo, enfundado en una preciosa camiseta de la selección Argentina con su nombre y su dorsal, el #93. “Me la regaló Ducati Argentina”, aseguraba feliz, antes de comentar con AS la polémica tanda de penaltis entre el Atlético y el Real Madrid de la noche anterior, dejando clara una cosa y con un final entre risas: “No quiero una final de Champions entre Barcelona y Real Madrid. ¿Por qué? Por no aguantarte entre otras cosas”.
A falta de tanto motocross como de costumbre, desde este invierno se ha decantado mucho más por el entrenamiento en asfalto, concretamente el del nuevo circuito de Jorge Martínez, Aspar. Ahora se llama Aspar Circuit el anteriormente conocido como Circuit de la Ribera, nada que ver con el actual, completamente renovado y mejorado, una auténtica academia del motor situada entre las poblaciones de Guadassuar y Algemesí, en Valencia.
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Ejercicio físico al margen, allí es donde el nuevo piloto oficial Ducati se desfoga y mantiene el ritmo al manillar de una Ducati de calle, preparada, la Panigale V2S, y en la que coincide con otros pilotos del campeonato, tanto de su categoría como de otras, porque por allí también han pasado para entrenarse durante este invierno su hermano Álex, Martinator, Fermín Aldeguer, David Alonso, Sergio García, Dani Holgado, Izan Guevara, Filip Salac, Diogo Moreira, Máximo Quiles o Ángel Piqueras. Nivelazo a los diferentes manillares y piques sanos para rebajar el crono, siempre de manera oficiosa y no oficial, aunque se dice que el récord de la pista está entre él y Masiá con la Supersport. “Es relativo y depende mucho de la moto con la que se ruede y los neumáticos que se monten”, dice antes de entrar definitivamente en el box del Ducati Lenovo y después de hacerse varias fotos con unos aficionados a los que atendió amablemente.
Por rematar con sus entrenamientos, evidentemente, esta opción tampoco descarta del todo el riesgo de lesión, que se lo digan a Martín, que probándose con el supermotard se rompió la mano izquierda por tres sitios y el pie justo el día antes de viajar al primer GP de la temporada, el de Tailandia, pero muchos son lo que en el pasado se han hecho daño entrenándose con el motocross. Por ejemplo, Andrea Dovizioso o el añorado Nicky Hayden.
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