Márquez: “No sabía que luchaba por el podio en la última vuelta”

Otra remontada más de Marc Márquez, de decimocuarto a tercero en el GP de Cataluña, dando espectáculo y como principal abanderado para acabar con la teoría de algunos de que en MotoGP no se adelanta.

“La verdad es que esta vez la hemos tenido que ‘cocinar’. Lo dije ya en Le Mans, pero aquí más. A fuego muy lento. La veía muy lejos y os prometo que no sabía que estaba luchando por un podio en la última vuelta, porque al equipo, cuando hay carreras de este tipo, les digo que no me marquen mi posición. Tengo que ir sintiendo lo que pueda y no sabía si estaba luchando por un quinto, por un cuarto o por un podio. Como a los dos primeros no se les veía, no sabía si se habían escapado dos o tres. Hoy no hemos hecho una buena salida, hemos sabido reaccionar durante la carrera y hemos sabido gestionar también el neumático blando”, empezó reconociendo.

A la hora de comparar esta remontada con la de Francia, el del Gresini Racing asegura que ha sido “más difícil, o sea mejor, no peor. Tiene más mérito. Primero, porque es un circuito que se me atraganta desde 2013. Sí es verdad que he conseguido buenos resultados, pero siempre me ha costado. Y dos, porque salía decimocuarto. No he hecho una buena salida y he tenido que ir adelantando y confiando en mi potencial durante toda la carrera. Esto creo que ha marcado la diferencia al final, pero me ha costado mucho defender esa posición con Aleix, con el ‘pobre’ Aleix, que también se merecía estar en el podio, ya que era su última carrera en Cataluña”.

Al no saber que luchó por el podio hasta el final, tenía más sentido que nunca preguntarle qué sintió al saberse en el cajón por sexta carrera consecutiva. Sonrió y dijo: “Pues a tope de adrenalina. He pasado meta, he mirado la torre para saber quién había ganado y he visto 1, 89 y 93, y como no sabía hasta ese momento que estaba tercero ha sido un doble chute de adrenalina”. Le sugerimos que se lo ha aclarado la torre de Aleix, y soltó riéndose: “La torre de Aleix, pero con la bandera de meta”.

Contando los esprint, lleva cuatro carreras ganando once posiciones, y repitió que busca carreras más tranquilas: “Evidentemente, una de las cosas que tenemos más marcadas y subrayadas es mejorar la clasificación, pero esto no se hará de una carrera para otra, de un gran premio para el siguiente. Tenemos que intentar mejorarlos, porque si queremos intentar estar con estos dos pilotos que ya tienen un ‘pelín’ más, sobre todo en el clasificatorio, y siempre están delante en las dos primeras líneas”.

Volvió a dar la importancia que tiene al hecho de compartir datos en Ducati, pero con matices: “Hay que cogerlo un poco vigilando. No te puedes obsesionar con cargar datos, porque te puedes volver loco y cada piloto tiene su estilo de pilotaje. Son motos un poco diferentes y tienes que entender, pero la característica de la moto es la misma y eso ayuda a ver dónde estás perdiendo y el qué mejorar, porque es también un poco el secreto de Ducati de tenerlo tan abierto y tan accesible”.

Respecto a si estamos definitivamente ante un Mundial de tres, hubo que leerle entre líneas: “Es un Mundial de dos con un tercero que espera engancharse, aunque sea con los dientes. Se conoce a todos los pilotos y si no puedes luchar por el Mundial no es porque no has querido, es que no has podido y eso quiere decir que de momento estamos allí, pero no se van a salvar todos los fines de semana como éste o como el de Le Mans. Tenemos deberes pendientes para mejorar con dos pilotos que lo tienen todo muy por la mano, porque llevan cinco años pilotando la misma moto y esto, los viernes, sobre todo en el ‘time attack’, se nota”.

Se le recordó que ahora viene Mugello, donde Ducati alcanzaría en MotoGP la victoria 93, su dorsal... Sonrió y respondió así: “Mugello es de los difíciles. Tengo marcados intentar estar bien en Mugello y Assen y a partir de ahí ver si podemos dar un pasito, pero tiene que ir viniendo. Todos los fines de semana serán diferentes. En Jerez fuimos muy rápidos, era el que iba más rápido en pista pero luego faltó ese punto de confianza, porque se va muy al límite. Se vio ayer con la caída de Pecco. Se ha visto hoy con la caída de Acosta. Tienes que cuadrarlo todo, pero intentaremos dar siempre el máximo los domingos”.

Y una broma con tintes de futuro que le lanzó AS: ¿Va creciendo el rojo en su mono de cuero? “Es mi color, el de la grada. El del 93 siempre ha sido rojo el casco”. Y lo dijo sonriendo pícaramente.