Márquez: “Volvería a actuar igual con Rossi″
Sobre Malasia 2015 en entrevista a AS: “Sí creo que él lo gestionaría todo de manera diferente a como lo hizo, porque el que perdió los papeles fue él”.
Amplia entrevista a Marc Márquez en el paddock de Sepang con AS, el circuito en el que hace siete años estalló su guerra con Valentino Rossi y de la que aún tiene cosas que contar. Aquella sonadísima ruptura abarca la primera parte de la entrevista, para luego dar paso a una más de aspecto deportivo. Imperdible.
-Sé que esta entrevista para AS es gracias a su gentileza, porque su director de comunicación esta vez me había toreado como nunca, así que gracias por anticipado.
-(Se ríen él y el director de comunicación, Héctor Martín, presente en la entrevista). Bueno, ya que eres de los pocos que está aquí y en todas las carreras... Aunque anda que no te gusta a ti estar aquí. (Sonríe).
-Me encanta, cierto, y el otro día me dijo Quartararo que soy el periodista al que ve disfrutar más con las entrevistas. Le dije que no sé cómo lo hacen los demás, pero que es cierto que yo me lo paso coña.
-Y eso es bueno porque, si el entrevistador no te transmite buen rollo, no te va a sacar nada. Cuando hay buen rollo, te relajas y te pueden sacar algo. Es mejor con pasión.
-Como me ha dicho que sólo tengo ocho minutos para esta entrevista...
-(Interrumpe). Que va, que va, pueden ser más.
-Pues había hecho lo que nunca, que es preparar un cuestionario para que fuera más rápida.
-Eso es que estás perdiendo facultades. (Se ríe).
-Viendo que hay más tiempo, improvisaré y sin tocarle esta vez las narices con su Barcelona.
-Estamos en un año de construcción y en años así puede haber pinchazos, pero todo cambia. Siempre me quedará el Barça femenino, con Alexia Putellas y el 9-0 al Benfica. Y el baloncesto también está bien.
-Vamos al lío. ¿Es consciente de lo que gana MotoGP con su presencia en la pista en lugar de estando lesionado en casa?
-No.
-¿No se da cuenta de verdad de lo que sube el nivel de interés y de diversión de las carreras con usted presente?
-No quiero verlo así, porque sería como menospreciar a mis compañeros y rivales. Me gusta meterles en pista, pero aquí no, porque hay campeones del mundo. La carrera de Japón tampoco es que fuera... Sí es verdad que el interés, cuando Rossi, Pedrosa y Lorenzo, son nombres que pesan luchando por los puestos delanteros y hay un poco más de intriga pensando en qué va a pasar. Hay más atención con referentes y nombres con peso, pilotos que te la pueden liar, en el buen sentido de la palabra, en cualquier momento, con adelantamientos o improvisaciones.
-A pesar del agradecimiento que le he mostrado por esta entrevista, no va a ser fácil y le pienso apretar...
-Aprieta, aprieta.
-¿El Mundial ha echado más de menos este año a Márquez o a Rossi?
-Para echar de menos a alguien, hay la esperanza de que vuelva. Valentino dio el paso de la retirada y está claro que se le echa mucho de menos en MotoGP, pero es algo que se tiene que aceptar, como se aceptaron las retiradas de otros. Y en el hecho de que un piloto esté lesionado, siempre hay la esperanza de que vuelva y por eso se le echa de menos.
-Esta pregunta se la tenía estudiada...
-No, porque no me la habían hecho nunca, y es jodida, ¿eh? (Risas).
-Pues sea más concreto en la respuesta y diga a quien se ha echado más de menos entonces.
-(Se ríe). Para echar a alguien de menos se tiene que tener la esperanza de que vuelva. El campeonato en sí y las gradas le echan de menos, porque el otro día, por ejemplo, en Australia había muchas gorras y banderas del 46. Ha sido un nombre que se echa de menos, porque pesa mucho, pero va a volver.
-Si retrocediéramos en el tiempo a 2015 y aquí, a Malasia, ¿volvería a actuar igual que aquel fin de semana en el que estalló la guerra con Rossi? Todo empezó cuando en la rueda de prensa yo le pregunté si aquí se podría ver otra carrera tan bonita como la de Australia y él dijo que aquello fue teatro, porque usted había corrido como guardaespaldas de Lorenzo.
-Sí, y vino con las hojas de tiempos a la rueda de prensa. Lo recuerdo perfectamente. Yo no entendía nada, porque es como si dicen que el domingo pasado estuve toda la carrera jugando y adelantando y que al final adelanté a Bagnaia porque sí y, en cambio, no quise adelantar a Rins porque no. No tendría sentido decir eso.
-Volviendo a la pregunta, ¿volvería a actuar igual si volviéramos a Malasia 2015 o cambiaría alguna cosa?
-Con 22 años y como se produjo todo, sí, volvería a actuar igual. Repito, con 22 años que tenía ahí y cómo se produjo todo, no volvería a actuar diferente, porque lo único que hice fue luchar una carrera, más de lo normal en las primeras vueltas, pero Rossi también. Ninguno tenía más velocidad que el otro, pero se luchó unas vueltas hasta que uno perdió los papeles. Sí creo que él lo gestionaría todo de manera diferente a como lo hizo, porque el que perdió los papeles fue él.
-Mi teoría, y se la dije a Rossi una vez, es que usted le tocó las narices, pero tenía una razón para hacerlo por lo que Rossi dijo de usted en la rueda de prensa, dejándole a los pies de los caballos y acusándole de algo muy grave y sin sentido. Creo que Rossi se pegó un tiro en el pie al decir eso, pensando que usted se asustaría y no lo hizo, tocándole luego las narices en la pista más de lo necesario, aunque con un motivo para estar enfadado. ¿Qué dice a eso?
-No. La realidad es la que es. Si yo quiero tocarle las narices o hacer teatro, no me la juego pasando a Lorenzo en la curva diez, de bajada.
-Eso es en Australia, y estamos de acuerdo, pero yo hablo de aquí, de Sepang. ¿No se podía haber marchado de Rossi como hubiera querido?
-Creo que no. Si miras el ritmo de los entrenamientos, no tenía más. Lorenzo y Pedrosa tenían más que todos, pero los demás no. Yo en esa carrera no tenía más, pero te repito, por lo que se creó el fin de semana, por lo que sentí antes de salir a la parrilla de salida y todo, actuaría igual y pelearía la carrera de la misma manera.
-Esta es una historia que le ha perseguido a usted y a Rossi, y que Rossi hizo que nos persiguiera a todos. ¿Cambió este deporte a raíz de aquel fin de semana de Malasia? Que le piten en el podio o que aplaudan caídas suyas es lo más lamentable y deleznable que yo he visto en un circuito. Y todo es fruto de aquello. ¿Cambió para mal el motociclismo con aquel fin de semana de hace siete años?
-No se sabrá nunca si cambió para mal o atrajo a más gente. No se sabe esto. Al final, el morbo crea afición, de un bando o de otro. El aficionado motero de toda la vida está, y es el más fiel de todos, al que le dan igual los colores para ver si una cosa está bien o mal. Cuando hay polémica en un deporte, sale más en las noticias y a la gente le interesa y se pregunta qué pasa. Yo no digo que haya cambiado, porque no sé si pasaba antes, pero estos silbidos en el podio y aplausos por caídas pasaban y había una persona que lo podía parar, pero no quiso y es respetable. Yo decidí pasar página y el decidió lo suyo.
-Dijo muchas veces que le gustaría que el día de mañana se pudieran sentar a hablar y que su relación mejorara. ¿Han tenido algún contacto y avance en ese sentido desde su retirada?
-No, y tampoco lo quiero. Van pasando los años y cada vez lo quiero menos y me da más igual.
-Se acaba aquí el tema Valentino. Ya le he dicho que le iba a apretar más que otras veces.
-Nada. Está bien.
-¿Qué le dice a los que creen que el interés por el campeonato va en descenso?
-Los que piensan eso tendrán un porqué y en ciertos puntos tienen razón. El campeonato tiene que ver la forma de llegar a más gente. Es una transición de ir a plataformas de pago, que están yendo todos los deportes, y a unos les afectará más y a otras menos, pero son los responsables de esto los que tienen que llegar a esta gente. Lo de la F1, si me haces esa pregunta hace cuatro años, nos reíamos, y ahora es completamente al revés. Será por la serie que hicieron, será porque coincidió un pique Verstappen-Hamilton épico, con un final ideado por un guionista y hay un boom. Igual me haces esta pregunta dentro de tres años y es al revés, pero es cierto que se tiene que reaccionar, porque el mundo cambia y, o te adaptas al medio, o mueres.
-En ese sentido es una faena que no se puedan cambiar las normas en el reglamento para favorecer los adelantamientos hasta cumplido 2026. Usted ha sido crítico con eso, ¿no?
-Sí, yo lo llevo diciendo mucho tiempo y lo dije en Tailandia en la Comisión de Seguridad. Tengo 29, pero llevo ya diez años pilotando en MotoGP, y cada vez dependes más de la moto y adelantar cuesta más pero, si es imposible tener una decisión unánime entre pilotos, imagina entre fábricas. Cada uno firma por sus intereses y firmaron unas cosas hasta 2026, con lo que así será hasta entonces a no ser que cambie. Sé que son prototipos, pero yo estaría a favor de reducir un poco, por ejemplo, la aerodinámica para mejorar el espectáculo. La F1 ha ido un poco al revés y ha hecho que la aerodinámica no sea tan importante y que los coches vayan más pegados. Nosotros estamos yendo al revés y la aerodinámica para mí es lo que más influye. El desarrollo de motores y de chasis, bien, pero que con esta aerodinámica afecte tanto ir detrás de una moto es lo que se tendría que intentar evitar. Que no haga falta ir medio segundo más rápido para adelantar sino que baste con dos décimas o una décima.
-¿Cuánto más difícil es adelantar ahora?
-Depende del circuito. En Australia, por ejemplo, es igual, porque el circuito ayuda, hace viento y hay rebufos. En Motegi, en cambio, se ha duplicado o triplicado la dificultad, porque cuesta acercarse al otro piloto.
-Si vuelve a conseguir algún título, ¿tendrá más valor que ningún otro título anterior por las cuatro operaciones en el brazo y todo lo sufrido?
-Todos los títulos tienen valor, pero el hecho de estar en la gloria y pasar al infierno para volver a subir y remontar, no de un día para otro sino pasando dos años en el infierno, pues está claro que tendría muchísimo valor, pero se tienen que dar las circunstancias. Se tienen que cambiar aún bastantes cosas para luchar por un título todo un año. Venimos de mucha euforia de la última carrera, pero tenemos que cambiar varias cosas tanto en Honda como yo para luchar por el título todo un año.
-¿Hasta cuándo tiene de plazo Honda para convencerle de que han hecho el cambio de concepto que les reclamó en Austria y no plantearse un cambio de aires? Allí parecía el presidente de Honda y no sólo Marc Márquez cuando habló con los medios...
-(Sonríe). Yo tengo contrato con Honda en 2023 y 2024 y es acción y reacción. Yo pido y tiene que haber una reacción. Ellos piden y hay que tener una reacción. Cuando exiges a un piloto, o reacciona o se va a la calle ese piloto. Pues es lo mismo cuando exijo yo. Exijo y veo que están reaccionando. Ahora falta ver que todo vaya en la dinámica buena y funcione. ¿Cuándo se tienen que hacer estos cambios? Para el 23. Soy autoexigente y soy exigente con los míos, siempre. En la competición es así y mi objetivo principal es volver a luchar por un título con Honda. No tengo nada más en la cabeza que volver a ser competitivo con Honda. Luego, en el futuro nunca se sabe. Está claro que siempre vas a buscar un proyecto bueno y ganador, pero estoy convencidísimo que Honda es Honda y de que puede volver a tener un proyecto ganador como el que tuvo los últimos años.
-¿Alguna parte de usted siente envidia de que su hermano Álex vaya a tener una Ducati el año que viene?
-El jardín del vecino siempre se ve más verde y mi hermano, que ya ha tenido alguna reunión, le pregunto un poco y ya me ha dicho que el año que viene me va a ganar. (Risas). En coña o en serio, pero lo dice, y cada uno tendrá sus secretos en el box. Es ahora, los dos en Honda, y no nos contamos mucho.
-¿Qué sintió al ver en Australia que Honda le traía un colín trasero estilo cola de dragón con el que copiaba a Ducati? ¿No da vergüenza copiar a otra marca?
-Carácter. Es como que te llamen lamerruedas. Sí, ¿y? Si me busco la vida, me busco la vida. Si estás en una situación en la que estás último de los constructores y en esa moto va bien, y da buenos resultados en el túnel del viento, ponlo y da igual. Carácter. Va bien y se pone. Cuando voy bien yo, voy tirando a mi estilo. Cuando va bien otro piloto, pues miro qué hace diferente y si puedo lo copio. Es importante que también lo prueben otros pilotos, porque no tengo que ser sólo yo. Todos los pilotos Honda tienen que dar su opinión. Cuanta más información haya, mejor.
-¿Qué ha ganado con el cambio de representante y qué es lo que más echará de menos de Alzamora?
-A Emilio le estoy súper agradecido por todo lo que ha hecho. Pocos managers y pilotos han estado tanto tiempo y con tantos éxitos, pero la vida pasa y te tienes que ir adaptando. En una relación, cuando hay buenos momentos, todo es alegría y felicidad, todo sale fácil. Y cuando son malos, a veces tienes que tomar decisiones drásticas, fuertes y que no te gustan, pero no ha sido de un día para otro. Había un desgaste en la relación. Lo habíamos hablado muchas veces él y yo, y lo habíamos intentado solucionar. Se solucionaba temporalmente y luego volvía. Estoy súper agradecido a Emilio y súper convencido de que sin su apoyo, quizá hubiera llegado al mismo sitio, pero de diferente manera y no tan rápido. Se ha desvivido por mí y le estoy súper agradecido. He oído de todo, que si lo hago por marketing por no sé qué. Para que un piloto vaya rápido en pista, necesita tener tranquilidad absoluta en su entorno. Y la tranquilidad es confianza. Siempre ha habido mucha confianza, pero es como en una relación, que empiezas discutiendo por una cosa pequeña y luego por otra más grande y luego más grande, hasta que llega un momento en el que tienes que tomar decisiones. Son decisiones duras y el tiempo dirá si son acertadas o no, pero creo que era lo mejor en ese momento para mi futuro, para tener resultados en pista, no para un futuro a largo plazo sino a corto plazo.
-No sé usted, pero qué gusto de entrevista al no tener que preguntarle de nuevo por el puñetero brazo...
-Ha estado bien. (Sonríe). Sigue ahí y estamos trabajando en él.
-No me diga nada de él y siga así de feliz y haciéndonos felices con sus actuaciones en la pista.
-Muchas gracias. Y no te quejes, que nos hemos tirado veinte minutos.