Márquez estrena el biocombustible Repsol en el Jarama

El bicombustible cada vez está más cerca de entrar en nuestras vidas y en la de Marc Márquez ya lo ha hecho hoy. Ha sido hoy, en el madrileño circuito del Jarama, al manillar de una Honda RC213V-S, y antes de estrenarse advertía que “huele diferente. Lo he comprobado cuando los mecánicos estaban calentando la moto”.

El biocombustible llegará al Mundial de MotoGP en 2024, año en el que los tanques de gasolina llevarán un 40% de este producto, para ya a partir de 2027 ocupar al 100% los tanques de gasolina de los prototipos de competición.

Tras completar un par de tandas en el Jarama con el biocombustible, que está fabricado a partir de residuos que provienen de la industria, algo con lo que se compensa la huella de carbono de un combustible convencional, las primeras impresiones de Marc han sido positivas, tras estrenarse por vez primera en el Jarama al manillar de una moto. Lo ha definido como “muy técnico, de los que exige mucho a nivel de pilotaje. El problema para las motos es que hay curvas en las que faltan escapatorias”.

“Si no me lo dicen, ni me doy cuenta. Se podía llegar bien al máximo de prestaciones”, empezó diciendo Marc, para añadir: “Me he fijado en cómo sube de revoluciones el motor y el primer golpe de gas. Va suave y el motor se siente libre. Seguro que en 2023 pulen detalles”.

Dolores Cárdenas, ingeniera de Repsol: “Nuestro biocombustible lo habíamos probado en el CTR de Móstoles con nuestro motor monocilíndrico en el banco de pruebas como el que hay en Saitama. Es la primera vez que lo vemos en pista y con Marc. Estamos muy contentos. La clave de este combustible es que no se nota que lo llevas en las prestaciones, la diferencia está en cómo lo producimos, más sostenible”.