Márquez, ante su mayor sequía

Y en Mugello tampoco pudo ser. Marc Márquez no llegaba con grandes expectativas a la cita italiana y, aunque resulte ser un trazado donde la Honda siempre ha estado llamada a sufrir por sus largas rectas, con un ocho veces campeón uno siempre se guarda una mínima opción. Pero no hubo opción. Ducati volvió a imponer su hegemonía y la marca del ‘ala dorada’ expuso, otra vez, sus muchas debilidades. El fin de semana fue, sin duda, catastrófico: dos lesionados y un nuevo cero para el ilerdense que acabó por enfadarle considerablemente. La frustración crece con una moto que no logran controlar. Demasiado riesgo para ningún resultado. Y es que, desde el inicio de curso, Márquez no ha terminado ninguna carrera de los domingos: tres ceros en las carreras que ha podido tomar salida (en las otras tres estuvo ausente por lesión) y 15 puntos en su casillero gracias a las sprint.

La situación es más crítica que nunca. Con un año más de contrato (hasta 2024), muchos son ya los que hablan de una posible salida de Honda si la marca no se pone las pilas. Recuperado físicamente de sus varias lesiones, Márquez busca volver a meterse en la lucha por el Mundial. Ha demostrado que puede, pero una moto tan crítica hace que las caídas sean solo cuestión de tiempo. Y ya se empieza a cansar. Con la moto actual no puede jugársela y, el mínimo fallo para un piloto que siempre busca el límite, puede ser fatal. No hay más que ver a Joan Mir y Álex Rins, ambos baja para este fin de semana con lesiones de diferente alcance. Ahora Marc Márquez está solo ante el peligro y haciendo frente a lo que es ya la peor sequía de su carrera en MotoGP: su última victoria fue en el GP de Misano de 2021 y, desde entonces, han pasado ya 602 días sin pisar lo más alto del podio. Más de 600 días que ya superan las 581 jornadas que separaban su victoria en Valencia 2019 con la de Alemania 2021, la primera después de tres operaciones en el brazo desde aquel fatídico 19 de julio de 2020 en Jerez.

Parece utópico recordar aquel 2019 donde Márquez sumó 13 victorias. Ese año se quedó a punto de batir su próximo récord (14 triunfos en una temporada, como 2014) y su presencia en el podio era tan regular que ya casi dejó de ser noticia. Cuatro años después, es todo lo contrario. Ahora, con un Mundial que aterriza en Alemania, la cita de Sachsenring llega como una gran prueba de fuego para el español. Marc Márquez guarda una bonita historia con el trazado alemán: desde que subió a MotoGP, el ilerdense ha ganado las ocho carreras que ha disputado y, si la esencia de la Honda sigue estando ahí, habrá esperanzas de luchar por todo este fin de semana y cerrar las heridas abiertas que dejó la caída de Mugello: “Cuando tienes un fin de semana difícil, lo mejor que puede pasar es volver a tener otra carrera enseguida y eso es exactamente lo que vamos a hacer”.

Tras su ausencia en 2022 por una cuarta operación en el brazo, Márquez aterriza en su reino con ganas de reconquistarlo: “Llegamos a Sachsenring, un circuito que siempre me ha gustado mucho y en el que he logrado muchos éxitos. Por supuesto que llego con ganas de hacerlo bien, mi concentración y determinación están al 100%, como siempre”. Aunque asume que no será tarea fácil con las Ducati a un nivel casi inalcanzable: “Habrá muchos candidatos a la victoria este año y tenemos que trabajar bien desde el principio del fin de semana para prepararnos para el sábado y el domingo”. Y, aunque la victoria sea un extra que no descartan, el objetivo más importante es el de “seguir trabajando con Honda para mejorar”. Y esa es su gran prioridad.