‘ManuGasss’: “Por fin se ha hecho realidad la victoria”
“Me fallaba un poco la moto en la última vuelta y sólo pensaba en la meta, porque no sabes cuándo se va a repetir y hay que aprovechar”, dice.
Ya son 59 españoles ganadores de GGPP con la incorporación de Manuel González, ‘ManuGasss’ a este elenco privilegiado de pilotos que al menos una vez cruzaron en primera posición la meta en el Mundial. El del equipo Gresini Racing se impuso en la carrera de Moto2 en Japón, interrumpida con bandera roja por la aparición de la lluvia al principio, generando un caos con los neumáticos para la segunda salida. El madrileño fue de los seis que apostaron por slicks de seco y eso resultó crucial.
-Felicidades. El primer triunfo en GP dicen que es el más especial...
-Es mi primera victoria y en un sitio en el que no me lo esperaba, no porque se me dé mal o bien, sino porque aquí en 2022 tuve una caída fuerte en agua, y fue difícil volver, tener buenas sensaciones en mojado. Nos ha ido bien, aunque no era en agua, era a medias, y he tenido bastante confianza, veía que los pilotos con neumáticos de lluvia no iban rápido, las gomas estaban secas y cuando ves que la victoria está más cerca y más cerca, te pones cada vez más nervioso, intentas no cometer errores. Me fallaba un poco la moto en la última vuelta y sólo quería terminar y pasar la meta, porque pasar primero siempre es increíble y es una sensación que, como no sabes cuándo se va a repetir, hay que aprovecharla. Creo que ha sido un día bastante especial.
-¿De quién se acuerda o para quién va esta victoria?
-En el parque cerrado se la he dedicado a Luca Salvadori, porque era muy amigo de mi compañero Filippo Rovelli, que era mi compañero de equipo antes, y que vive conmigo y entrena conmigo. Después me acuerdo sobre todo de mis padres, que siempre están ahí, desde muy pequeño en las buenas y en las malas, sobre todo en las malas apoyándome, dando mucho trabajo, mucha vida, para que pudiese continuar el sueño de su hijo. Por fin se ha hecho realidad esa victoria, que muchas veces hemos tenido cerca este año, e incluso el año pasado alguna.
-¿Qué pensaba dentro del casco cuando se iba quitando gente de encima y veía que podía ir a por Ogura?
-He visto en la parrilla que muy pocos pilotos llevaban slicks, y en esos momentos estás 50-50 y nunca sabes lo que va a pasar. Eso no depende de ti, lo que depende de ti es tener confianza, estar seguro de lo que tienes y poder confiar. Yo salía atrás y veía que Ogura iba rápido, él empujaba, yo empujaba, podía adelantar muy fácil, porque la diferencia era grande entre los pilotos que llevaban agua y yo con seco, les pasaba por fuera, por dentro, eso era fácil. Lo difícil fue llegar a él y, sobre todo en las últimas vueltas, ir tranquilamente y llegar a meta, que había que hacerlo.
-¿De quién ha sido la decisión de montar slicks en vez de neumáticos de agua, como la mayoría?
-Yo estaba 50-50, mi técnico estaba 60-40 a favor de los slicks, y mi telemétrico Carles (Saló) estaba cien por cien seguro que era slicks, y él la verdad es que tiene un truquillo, ve bien las nubes, y la nube era muy pequeña en el radar que tenemos, que siempre funciona bien, y que lo ha clavado. Así que la mayor parte de la victoria es gracias a él.
-¿Se ha quitado un peso de encima?
-Hombre, un poco sí. Obviamente no es conseguir una victoria sólo por tus propios méritos de ser el mejor o el más rápido, con todo el mundo en las mismas condiciones. Pero como he dicho en otras carreras lo tuve cerca, como en Mugello, el año pasado en Malasia o en Qatar, y en esos momentos habría sido más satisfactorio conseguirlo. No ha sido fácil, pero las cosas, cuando están de tu parte, hay que aprovecharlas, y he podido hacerlo.
-Tenía un problema en la moto al final. ¿Le ha entrado miedo?
-Sí, la verdad es que sí, porque en el oficial me pasó en alguna curva, que me frenaba y luego daba un poquito de gas la moto. Hemos cambiado el gas, y parecía que funcionaba bien, pero en las dos últimas vueltas se me ha quedado otra vez pillado el gas, frenaba, y cuando ponía la última marcha la moto aceleraba solo. Y he pensado: ‘¡A ver si soy yo que de los nervios le estoy dando!’. Y, no, he comprobado que no era yo, y en la última vuelta, en la frenada de abajo, se me ha quedado un poco acelerada y he frenado, y he llegado con la rueda delantera un poco al límite. Y creo que un par de vueltas más y no terminaba. ¡La moto tenía más ganas que yo!