Lorenzo plantea límites en MotoGP
El expiloto tiene claro lo que haría para garantizar más seguridad en pista: “eliminar la aerodinámica” y “plantear seriamente” un debate sobre la velocidad.
Jorge Lorenzo lo tiene claro: hay que imponer mano dura en MotoGP y frenar el constante avance de las monturas. Y puede que muchos no estén de acuerdo si se piensa en el espectáculo, pero el cinco veces campeón del mundo recuerda la importancia de la seguridad. Las motos siguen evolucionando, el desarrollo es cada vez más evidente y, pese a que cada vez son más rápidos, los pilotos siguen pidiendo más velocidad. Y es que para un competidor nato, nunca es suficiente. Lo cual, también hace que cada vez se pierda más la esencia de la competición, cuando el piloto era quien marcaba la diferencia.
Todo tiene sus pros y sus contras. El avance de la tecnología ha traído más igualdad a la categoría, aunque muchos echan en falta la agresividad de las anteriores monturas. En una tercera entrega de Cuatro Tiempos, la serie de DAZN, Dani Pedrosa, Jorge Martínez Aspar, Álex Crivillé y el propio Lorenzo analizan el avance de la competición con los años. “Antes el piloto tenía más porcentaje y marcaba más la diferencia. Ahora tienes a diez pilotos en cuatro décimas. Yo no me creo que haya diez pilotos iguales en medio segundo con motos distintas”, asegura el mallorquín, apoyado por Crivillé, que mantiene la misma idea: “Estas motos son más fáciles de llevar que las de antes. Un piloto de Moto2 pasa a MotoGP y en unas pocas vueltas está en tiempos buenos”.
Y todo este progreso se centra en un único punto: mayor velocidad. Y eso, visto ya desde fuera, reabre un debate sobre la seguridad de la competición. “Las motos cada vez pesan más, corren más, son más difíciles de mover por la carga aerodinámica... La pista se hace más pequeña como efecto”, explica Dani Pedrosa, el único de los cuatro pilotos que conoce más de cerca las características de las motos actuales al mantenerse en activo como parte del equipo de pruebas de KTM. Por eso, hay que tomar cartas en el asunto y Lorenzo no tiene dudas de las decisiones que tomaría si estuviese en sus manos. Y es contundente: “Eliminar completamente la aerodinámica y, a nivel de seguridad, plantearse seriamente lo de la velocidad. Porque si las motos llegan a 365 km/h... Hay que plantearse si dejar libertad hasta llegar a 400 por hora, menos vueltas, menos cilindrada...”.
Secretos que salen a la luz
Pero entre todas las opiniones sobre la evolución del campeonato, los pilotos también se atrevieron a desvelar algunos de sus secretos mejor guardados. Entre ellos, el casi fichaje de Crivillé por Aprilia o las negociaciones paralelas de Ducati con Lorenzo y Pedrosa. “En 2009 estuve a punto de fichar tanto por Honda como por Ducati. Más cerca de Ducati por los problemas de salud de Stoner. Al final hice bien y al año siguiente empecé a ganar con Yamaha. Y luego, si hubiera ganado la carrera de Mugello, si hubiese pasado dos semanas antes, quizás hubiese ganado algún título más con la Ducati y ahora todavía estaría compitiendo”, explica Lorenzo, lamentando su salida de la marca italiana con destino a Honda, donde en 2019 se decantó por su retirada tras sufrir un importante accidente en Assen.
Y es que todo podía haber cambiado su destino. También el de Pedrosa, porque el catalán tuvo la oportunidad de cambiar de aires, aunque siempre tuvo claro cuál era su sitio: “Mi corazón siempre estuvo con Honda. Me sorprendió la oferta, pero no estaba dentro de mis planes”. Entre otros secretos, sorprende el actor decisivo que llevó a Lorenzo hacia su Mundial en 2015 y que no todo el mundo conoce: “Me hice un ‘motorhome’ muy grande. Tenía un jacuzzi arriba y luego en la suite, una criosauna. Cuando terminaba el entreno, me metía ahí con frío con -180ºC. En 2015 gané con la criosauna. Lo hacía a escondidas para que nadie supiese el secreto”.