“La mentalidad de Rossi era: ‘Salgo, y si lo puedo frenar, lo freno”

¿Se imaginan qué puede salir de una charla entre cuatro campeones del mundo y leyendas de MotoGP? El resultado lo ha convertido en realidad DAZN con Cuatro Tiempos, una nueva serie de cuatro episodios (que se irán emitiendo cada miércoles) en la que se reúnen cuatro de las grandes leyendas del motociclismo español: Jorge Lorenzo, Dani Pedrosa, Álex Crivillé y Jorge Martínez ‘Aspar’. A pesar de que dos de ellos tuvieron tiempo de convivir sobre el asfalto, todas las anécdotas se vivieron desde una perspectiva diferente, que se descubre a través de historias inéditas que ellos mismos rememoran de sus años en activo.

Lo hacen en una charla distendida donde el más pionero de ellos, Aspar, comienza desvelando lo que sintió con el primero de sus cuatro títulos: “Se va fraguando. No es aquello de que llegas y ganas. La primera victoria es importante, pero el primer título es el que te dice: ‘Realmente estás aquí porque eres bueno”. Necesitó de esa certeza el de Alcira, para seguir abriendo camino al motociclismo español en un certamen donde Crivillé, rompió barreras y pasó a la historia como el primer campeón de MotoGP para nuestro país.

El catalán también vivió días de gloria durante su etapa como piloto, pero desafortunadamente le tocó vivir una retirada anticipada “porque no estaba bien físicamente”. “Cada piloto es diferente: unos se retiran porque ya no tienen una moto competitiva, otros porque han cumplido sus objetivos...”, cuenta Álex, a través de un relato que puede recordar a Jorge Lorenzo o Dani Pedrosa. En su caso fue un proceso natural que en nada se pareció al adiós de Crivillé: “Tenía mareos y tuve que dejarlo sí o sí. Fui a Canadá y me dijeron: ‘No puedes continuar corriendo’. Incluso tenía un precontrato firmado con Yamaha y dije: ‘No, hasta aquí llego’. Me levanté por la mañana y dije: ‘No puedo continuar, me retiro’ y anuncié la retirada”.

No se centró tanto en sí mismo como en su rivalidad con Rossi un Dani Pedrosa, que coincidió con el italiano en la clase reina ya como tricampeón del mundo (uno en 125cc y dos en 250cc). Compitieron con estrategias diferentes, pues Valentino no buscaba “ser el más rápido”. “Esa era mi mentalidad. La suya no, la suya era: ‘Yo salgo, y si lo puedo frenar, lo freno”. Sabe bien de qué habla un Jorge Lorenzo que se jugó con El Doctor su último título de MotoGP hasta la última carrera en 2015.

El balear consiguió imponerse al piloto más laureado de la categoría con un talento, al que también ayudaron los videojuegos: “La primera cosa que me compró mi padre, la compró solo para que me aprendiese los circuitos, porque estaba en contra de que jugase a la Play (Station). Entonces, yo me iba a casa de mi madre solo a jugar a la Play. Me pasaba hasta las 7 de la mañana, porque a mi padre no le gustaba nada que jugase a los videojuegos. Pero me compró la Play en el 2002 cuando debuté”.