La broma de Gresini a Márquez: en brazos a su nuevo box
Marc cerró en el GP Solidario de Barcelona su etapa en el equipo privado de Ducati y sus mecánicos le sorprendieron al llevárselo a su nuevo box entre risas.
Sin ningún tipo de duda, el 2024 quedará bien marcado en el recuerdo de Marc Márquez. En su recuerdo como una temporada de lo más especial y, en su carrera deportiva, por ser el año de su gran regreso. El español lo apostó todo por un cambio de aires que fue de lo más arriesgado, pero que salió a la perfección. Porque ya lo dice el refrán: quien no arriesga, no gana. Y Marc Márquez fue lo suficientemente valiente como para tirarse a la piscina sin miramientos y sin la certeza de saber si realmente Ducati podría solventar todos los miedos que le atormentaban. Todos esos pensamientos que hicieron de los últimos años, una pesadilla. Caídas, operaciones y una falta de confianza que empezaban a afectar no solo físicamente, también en lo mental. Ya no se divertía en la moto y la idea de dejar a su equipo en Honda, su familia, por la idea de volver a ganar, podría no ser suficiente.
Pero al final hubo éxito. La Honda había tomado un camino en el que Márquez ya no se encontraba y, aunque fue difícil decir adiós, Ducati fue la solución. La marca italiana le sacó rápidamente esa idea de la retirada y, aunque apostar por un equipo privado era algo impropio de un campeón del mundo, el Gresini Racing resultó ser la mejor fórmula para forjar ese cambio de era en su carrera deportiva. Se convirtió en otra familia dentro del paddock con la que poco tardó en hacer buenas migas. El desconocimiento dentro de ese garaje y, sobre todo al respeto de trabajar con un piloto de su nivel, se acabó convirtiendo en un sinfín de risas y bromas que, hasta esta última cita del GP Solidario de Barcelona, inundaron el box. Y es que esa fue la mejor forma de decir adiós a un piloto que, en pocos meses, ha significado tanto para la marca. Así como la marca ha significado tanto para el piloto.
Tres victorias dominicales. Una esprint. Dieciocho podios (siete en domingos y nueve en sábados). Eso es lo que ha necesitado Marc Márquez para ser tercero en la clasificación general. Eso y llevarse la plaza que Enea Bastianini deja libre en el equipo oficial y que ya va a ocupar a partir de este martes. De manera oficial, porque, frente a las lágrimas y la emoción que marcaron su despedida del Repsol Honda, su equipo en el Gresini le hizo una broma que ni el español se esperaba en su adiós. Entre risas y gritos, todo su cuerpo técnico le llevó en brazos hasta el box oficial de Ducati, dejándole en la silla del italiano. “Está bien, está bien”, decía el español a carcajada, mientras todos aplaudían a su alrededor. “Qué bastardos, tío”, añadía Márquez, que también se despedirá de su hermano, Álex, con quien ha compartido garaje durante todo el año y que también se implicó en su adiós.
Aunque tampoco fue la única broma que hubo durante el fin de semana. Ya el sábado, tras la esprint, el Gresini Racing vistió a Marc Márquez de oso panda. “Bromas en el equipo que hay que llevarlas hasta el final. A un miembro del equipo que hacía kung fu, pero ahora ha ganado un poco de peso y, siempre desde la broma, le llamábamos ‘Kung Fu Panda’”, explicaba a los micrófonos de La Sexta. “El ambiente es muy familiar, muy de broma. Una atmósfera perfecta para reencontrarme a mí mismo. Cuando hay buen ambiente, cuando se permiten las bromas eso todo ayuda”, añadía, agradecido de por vida al Gresini. Ahora, en el oficial, toca volver al objetivo de su nuevo Mundial.
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