Iannone: “Solo me arrepiento de haber dejado Ducati”
El expiloto del equipo italiano ha ‘roto’ su silencio tras la sanción impuesta hace unas temporadas por dopaje.
A Andrea Iannone tan solo le quedan cinco meses para cumplir la sanción que le apartó del mundo de la competición. El piloto italiano mantiene la suspensión que el TAS le impuso por dopaje en 2019 y ahora prepara su regreso a los circuitos de cara a la próxima campaña. Durante su estancia en MotoGP desde 2013 hasta 2019 pasó por Pramac, Ducati, Suzuki y Aprilia. Tiene muchas carreras en la categoría reina, pero solo una victoria figura en su casillero.
El piloto fue suspendido 18 meses en un primer castigo por la FIM, pero finalmente se optó por una penalización que se extendería durante cuatro cursos completos tras dar positivo por Drostanolona en un control durante la temporada 2019. El ex de Ducati ha guardado silencio durante mucho tiempo, pero ahora ha decidido hablar en una entrevista con ‘Icon Magazine’. “Si pudiera pensar como lo hago ahora, habría hecho muchas cosas de manera diferente”, matiza.
Tras una carrera de idas y venidas, y con la sanción por dopaje de por medio, el italiano se arrepiente de pocas cosas, pero sí de una en concreto: “Por ejemplo, solo me arrepiento de haber dejado Ducati. Tenía varias opciones, elegí la que me pareció correcta, pero dejé mi corazón en Ducati”.
Todavía no tiene nada decidido
Iannone también ha hablado sobre lo que le deparará el futuro y sobre las negociaciones para su transición al WSBK: “Por ahora, debo mantener la boca cerrada, estamos trabajando, pensando en el futuro próximo, que está bastante cerca. Mi suspensión está a punto de terminar, la línea de meta ya está a la vista, recuperaré mi licencia en noviembre. Dónde, cómo y cuándo, WSBK o MotoGP, es demasiado pronto para decirlo, pero a lo largo de los años siempre hemos trabajado para volver. He perdido mucho tiempo, pero lo más importante es tomarlo todo con dignidad”.
Para terminar, el italiano considera que se encuentra en paz consigo mismo y está deseando el momento de volver a subirse a una moto de forma oficial: “No quiero venganza, nunca me ha gustado, siempre me he sentido libre en los últimos años, nunca me he notado atrapado. Espero volver a hacer lo que me gusta, pilotar la moto a 300 km/h, tan fuerte como pueda, sintiéndome más ligero, esa es mi vida”.