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MOTO3 | JAPÓN

Holgado no se rinde: “Mola más perseguir que ser perseguido”

“Tenía que dejar de autopresionarme tanto y empezar a disfrutar. Si este año no se gana, no pasa nada, porque es mi segundo año”, dice.

MOTEGI
Masiá y Holgado en el podio de Motegi.
ISSEI KATOREUTERS

Positiva reacción postcarrera de Daniel Holgado. A pesar de perder en Japón el liderato de Moto3 que ocupaba desde la primera prueba de la temporada, tras su victoria en Portimao, y caer a la tercera plaza de la general, a nueve puntos de Masiá y a tres de Sasaki, no se rinde y sabe sacar la lectura positiva a su situación, porque siente con razón que está saliendo del enorme bache en el que le metieron los ceros de Montmeló y Misano.

Sensaciones: “Estoy muy contento, porque he vuelto a tener esa sensación de confianza, de determinación, de atacar. Estoy bastante contento, porque poco a poco estamos volviendo. Aunque en Barcelona hice una buena carrera, allí llevaba tres Q1 seguidas, así que imagina el pedazo bache que tenía incluso siendo líder del campeonato. Fue una situación un poco complicada y este fin de semana la sensación ha sido diferente. He querido cambiar mi mentalidad y me he querido alejar un poco de todo para quitarme presiones. Llevaba primero desde la primera carrera y eso es un poco complicado. Me he quitado esa presión de encima y ahora estoy empezando a disfrutar”.

Perseguidor, no perseguido: “Mola siempre más ir de caza teniendo alguien a quien perseguir. Mola mucho más perseguir que ser perseguido”.

El Mundial: “Se puede ganar, claramente. Quedan seis carreras, y eso son muchas carreras, y fuera de casa, en circuitos complicados donde la experiencia se nota. Tengo que mantener sobre todo la calma. En momentos donde haya problemas, como en India, donde me clasifiqué 18º y poco a poco llegué a cuarto. Así hay que hacerlo. Dar siempre todo y, cuando no se pueda ganar, acabar carreras”.

Fuera presión: “Yo me autopresionaba, queriendo demostrar, y es complicado gestionar eso y me pregunté después de Misano a mí mismo el qué estaba haciendo. Son cosas que pienso y me he quitado ese peso. Las cosas vuelven a funcionar y estoy otra vez sonriendo. Estoy feliz aunque me haya ido mal, porque tengo que disfrutar. Me estoy dando cuenta de que se leen así las cosas”.

El entorno: “Mi familia está ahí y mi hermana siempre me ayuda (es psicóloga). Me manda mensajes y siempre está para lo que necesite. Y yo mismo, dándome cuenta de que tenía que dejar de autopresionarme tanto y empezar a disfrutar. Si este año no se gana, no pasa nada, porque es mi segundo año en el Mundial y no tengo la obligación de tener que ganar. Estoy demostrando lo que estoy demostrando y tengo que disfrutar. Así es como salen las cosas”.

El duelo con Sasaki de última vuelta: “Tenía que adelantarle donde lo he hecho porque por rebufo no podía en la recta. Lo que pasa es que he cerrado demasiado en la última curva por si él intentaba algo. Entonces, he acelerado inclinado y se me estaba yendo la moto al piano. Ahí la tenía súper inclinada y me ha pegado un trallazo. Por suerte no me lo ha dado de más y en la recta he visto como me iba pasando. Cada vez sonaba más su moto y era una angustia. Lo he peleado hasta el final. Me podía haber conformado con el tercero, pero sabía que era más fuerte que él en ese punto”.

Vuelta a casa: “No me quedo por aquí. Vuelvo a casa para desconectar y para entrenar y prepararme para las tres próximas carreras, que serán duras, porque en Indonesia y Tailandia hace un calor increíble. Tengo que preparar muy bien el cardio para aguantar el ritmo fuerte”.