“He defraudado a todo el mundo”

Las sonrisas se transformaron en lágrimas durante el GP de Australia para un Jack Miller que corría en casa. El australiano afrontaba el fin de semana con un semblante emocionado que le acompañaba allá donde iba, hasta que el domingo sufrió un castigo demasiado severo que llegó a modo de caída. Después de clasificarse en primera fila de parrilla por primera vez desde 2023 y rozar el podio al esprint, el piloto del Pramac Racing soñaba con su regreso al podio de MotoGP. Pero desafortunadamente su carrera acabó antes de tiempo, con un arrastrón junto a la Yamaha en la curva cinco que le despidió de cumplir cualquier sueño y convertirse en el héroe local.

La realidad a la que se enfrentaba Miller en la carrera larga, era la de una M1 sin ritmo suficiente para luchar por las posiciones del podio. Para mantenerse en esa batalla había que llevar la Yamaha a un límite que le acabó pasando factura; y el australiano perdió el tren dealntero en la curva de Siberia al principio de carrera provocando una caída que fue un jarro de agua fría a nivel personal y también colectivo. La realidad es que Jack no se encontraba cómodo con una moto que el domingo, no le permitía exhibir la misma velocidad de la que había disfrutado en el resto de gran premio. Pero tras el accidente entendió, que habría sido mucho mejor ver la bandera a cuadros y asume que “defraudé a todo el mundo”.

“Me sentía bien en la carrera. Hice una buena salida, estaba en el grupo. Estaba sufriendo un poco más de lo que lo había hecho durante todo el fin de semana, especialmente en las curvas 6 y 2. Sentía que tenía que ir más rápido. Sentía que tenía que forzar un poco más para tomar una curva. No sé si ha sido el neumático de Pirelli o el combustible extra. Sólo teníamos dos litros más que en el ‘warm up’, pero aún así me pareció que tenía que forzar un poco más”, analizaba Miller, sobre sus sensaciones junto a una Yamaha que antes de llevarle al suelo le dio varias advertencias.

“He tenido un par de avisos al entrar en la curva 6, con un poco de vibraciones al intentar forzar la moto para girar, pero solo vibró y luego se pasaron", explicaba Miller, sobre por qué siguió forzando una máquina que también le permite ver el lado positivo: “Hemos demostrado un gran ritmo y una gran velocidad haciéndolo por nuestra cuenta. Así que intentaremos aprender de lo negativo y entender cuál ha sido la diferencia (de rendimiento) en carrera”. Aunque a fin de cuentas, por mucho que el piloto de Pramac traté de ver el vaso medio lleno, la realidad es que se despide de su gran premio de casa "decepcionado por haber defraudado a todo el mundo y al equipo después de un fin de semana tan fuerte". “Me he acercado a lo que podría haber sido un buen resultado. Pero eso es todo, tenemos que ponerlo en práctica”, zanjó.

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