“El piloto sigue siendo hoy el 70% y la moto el 30%”

Al preguntarle en la rueda de prensa a Marco Bezzecchi y Raúl Fernández por la figura de Fabiano Sterlacchini, director técnico de Aprilia desde noviembre del año pasado, el italiano dijo de él que era una gran persona y un gran técnico, valorando su inteligencia no sólo en el campo de las motos, “porque sabe de muchas cosas” y dio un detalle importante sobre su personalidad: “Cuando los pilotos hablamos con los ingenieros, nos sentimos en inferioridad, pero él baja el nivel para que te sientas de igual a igual hablando con él”, dijo. Y el español, por su parte, aseguró que fue Sterlacchini el que le hizo dar “el último paso que necesitaba” para ser hoy un ganador de carreras de MotoGP. Así de genial e importante es el ingeniero italiano para sus pilotos.

-¿Cómo es decirle adiós a Gigi Dall’Igna como hizo para irse a KTM? Siento mucha curiosidad sobre ello.

-No, la abuela Gigi Dall’Igna… (Se ríe). Al final, yo he trabajado 18 años en Ducati, y yo me he ido de Ducati, no de Gigi Dall’Igna. Gigi es una de tantas personas que trabaja en la empresa. Seguramente, 18 años en la compañía son muchos, y llega un momento en que basta, como cuando cambias a cualquier otro trabajo. Pero te digo una cosa: aquí ahora estamos haciendo buenos resultados, pero yo no valgo nada sin todas las personas que trabajan en el proyecto. Porque escribir los números en el software, hacer una simulación aerodinámica, lanzar una simulación, calcular lo que conviene hacer a nivel de setting… Yo no hago nada de eso. El mérito es de todos los que trabajan, nunca de uno solo.

-Sé que es más del “nosotros” que del “yo”...

-Exacto. Hay que quitar el yo, tú, ellos, nosotros, porque el único sistema es trabajar juntos. Es verdad que alguna vez he dicho que soy un poco como el director de orquesta, ¿no? Pero al final, ¿quién toca la guitarra, la batería o el violín? No es el director. El director sólo hace que suenen bien juntos, una orquesta. El talento lo tienen ellos, no yo. Y eso vale en cualquier lugar. Cuando se trabaja con un grupo tan grande, supongo que entran en juego también las emociones, los estados de ánimo, la voluntad de colaborar... Cuando haces una simulación, trabajas con un ordenador o un software que no tiene sentimientos, pero cuando coordinas a muchas personas, ahí sí que hay emociones, motivaciones, complejidad. Y ahí está la verdadera dificultad, el gestionar las relaciones humanas.

-Hábleme de Lorenzo Savadori. Viéndole hacer tanta carrera como sustituto de Martín sin resultados brillantes hace dudar también sobre su trabajo de probador, y más cuando se ve lo que es capaz de hacer Pol con la KTM...

-Valoro su trabajo como muy positivo. Para un test rider (piloto de pruebas), lo importante no es buscar esas últimas décimas, sino entender cómo se comporta la moto y dar las indicaciones correctas. En eso, Savadori lo hace muy bien. No se puede comparar su trabajo con el de Pol Espargaró, por ejemplo. Pol fue campeón del mundo en Moto2, peleó por el de Moto3 y ha corrido muchos años en MotoGP. Es un piloto de carreras, con otro nivel de agresividad y motivación. Pero como test rider, lo importante es otra cosa: ser suficientemente rápido y entender lo que sucede en la moto.

-¿Cuál ha sido el piloto con el que mejor ha trabajado para desarrollar una moto, el mejor probador?

-Andrea Dovizioso, sin duda. Andrea tenía una sensibilidad especial. Por ejemplo, le costaba entender los cambios en el tren trasero, pero delante sentía todo. Por eso fue fundamental en el desarrollo de chasis y suspensiones delanteras. Si era bueno para Dovi, era bueno para todo el mundo. (Se refiere a la época de Ducati).

-¿Qué es lo más difícil o extraordinario que le ha hecho probrar a un piloto de pruebas?

-Claro que a veces hacemos pruebas un poco esotéricas, sobre todo cuando en ciertas ocasiones hacemos pruebas a ciegas. A lo mejor tienen que probar tres componentes sin decirles qué están probando, lo que es un desafío para un piloto de pruebas. Es importante para no estar condicionados. Todos somos parciales, como cuando ves una Coca-Cola roja y ya sabes a qué sabe. En los test a ciegas ves realmente la diferencia.

-Tras las dos últimas carreras, se ha impuesto en el paddock la sensación de que ya sois la referencia en los circuitos rápidos, no en los de tipo ‘stop and go’. Es algo que dijo Rivola y que pocos ponen en duda. ¿También lo piensa?

-Te digo la verdad: no me interesa dónde estamos, sino hacia dónde queremos ir. Mi trabajo es crear las condiciones para alcanzar los objetivos, no fijarme en quién es mejor ahora. Tenemos puntos fuertes, pero también aspectos mejorables. Y ahí ponemos la energía. No me preocupa si alguien dice que somos los mejores o no. Lo importante es mejorar cada día.

-¿En qué ha mejorado más la moto este año?

-En muchos aspectos: freno motor, estabilidad, la aceleración, las salidas en general, que eran un problema... Queríamos una moto competitiva siempre, no sólo en algunas pistas y que luego no vaya. La estabilidad de las prestaciones es muy importante. Austria, por ejemplo, era un punto débil, y este año fuimos muy bien. Y también Motegi. Hemos mejorado los puntos débiles de la moto. También los pilotos han sido clave. Marco (Bezzecchi) ha trabajado mucho y ha sido extraordinario. Al principio del año cometía errores en frenadas, pero ha aprendido y evolucionado. Y poco a poco, mejorando la moto, hemos mejorado en este aspecto.

-A diferencia de otros años, en éste se les ve más fuertes en la segunda mitad del campeonato. ¿Por qué ahora no se han venido abajo?

-Trabajando. Estas cosas están condicionadas por cosas como que el año pasado estábamos en el final de la carrera de un piloto (Aleix). Algunas de las mejoras estaban condicionadas por el rendimiento de Aleix, que ya iba hacia abajo. Creo que este año Bezzecchi iba entendiendo la moto y nosotros la íbamos mejorando, y así poco a poco hemos llegado a un buen matrimonio. Es bonito y apasionante. Se ha creado una sinergia. Bezzecchi entendió mejor la moto, nosotros la mejoramos, y juntos hemos crecido. Además, Jorge (Martín) en Hungría y Raúl (Fernández) también han ido bien últimamente. Ha sido en pistas favorables. Eso nos anima, pero debemos mantener los pies en el suelo. Como decía mi mentor, Julio Velasco: “Solo hay una forma de ganar: entrenar constantemente pensando que no has ganado nada.” Y eso hacemos. No podemos pensar que tenemos la mejor moto. Eso no me interesa sino ver en qué podemos mejorar.

-¿Cuál ha sido el piloto más especial con el que ha trabajado?

-Difícil de decir... He trabajado con Valentino (Rossi), y él es inmenso. Por todo lo que ha hecho para este deporte y por su bravura, pero tiene también una inteligencia brutal. Hablar con él te convierte en una serpiente hipnotizada por el flautista. Es inteligente, brillante, carismático, tiene esa aura. Tengo que decir que él es el más especial, pero también hubo otros especiales aunque no tan imensos como Rossi. Por ejemplo, Casey Stoner, por ejemplo, tenía un talento puro impresionante. Hasta Valentino lo reconocía.

-Valentino demostró con su salida de Honda a Yamaha que el piloto era más importante que la moto en este deporte. Hace tiempo que ya no es así. ¿Qué nivel de importancia el da al piloto y a la moto?

-Para mí siempre 70% piloto y 30% la moto. El piloto debe dominar hpy una complejidad enorme. Antes era un carburador, un motor, dos suspensiones. Ahora hay que decidir frenos, ride height devices (los sistemas que rebajan y elevan la suspensión delantera y trasera, ésta en marcha), control de tracción, freno motor, el escape, la estabilidad de las gomas… Es muy complejo. Es un mundo mucho más técnico. Y no olvidemos que muchos pilotos tienen 20 años y vienen de motos mucho más simples. Adaptarse a esto es dificilísimo y por eso todavía es el 70% es el piloto.

-Para terminar, unas palabras para los aficionados españoles que aguardan la resurrección de Martinator con Aprilia.

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-Jorge es un talento extraordinario. Cuando esté al cien por cien físicamente, tiene que estar al menos al nivel de Marco. Lo ha demostrado. El año pasado fue rápido, pero también inteligente. Con nosotros ha sucedido lo que ha sucedido, pero hay que ver lo que ha hecho Marc, que ha vuelto a ganar después de tantos años. Junto con su determinación, tenemos que tener calma y trabajar bien. Ahora tiene una nueva oportunidad, y si trabaja bien, volverá a hacer grandes cosas.

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