El Mundial de MotoGP que Jorge Lorenzo y Marc Márquez llevaron al límite: “No aceptaba su manera de correr”
La temporada 2013, cuando el octocampeón llegó a la clase reina, enfrentó a los dos españoles en la lucha por un título que acabó del lado del ilerdense.
Marc Márquez llegó a MotoGP como un huracán. El rookie, al manillar de la Honda, tan solo tardó dos grandes premios en lograr su primera victoria dentro de la categoría reina (el podio llegó a la primera) y su atrevimiento, junto a sus resultados, comenzaron a inquietar a Jorge Lorenzo durante el inicio de la temporada 2013. El entonces piloto de Yamaha defendía su bicampeonato en la máxima categoría después del título que conquistó en el curso anterior y junto a Dani Pedrosa, ambos eran los máximos favoritos a pelear por un Mundial en el que contaron con un rival tan inesperado como incómodo. Porque desde el primer momento, el piloto de Cervera fue aspirante a todo y sobrevivió a la mala suerte.
Lorenzo protagonizó durante esa campaña una de las imágenes más heroicas que recuerda el Mundial, cuando después de apenas 48 horas volvió a subirse a la moto tras una operación de clavícula. El balear se fue al suelo durante la primera jornada de libres en Assen, se partió la clavícula izquierda y tras pasar por quirófano en Barcelona ese mismo día, fue capaz de salir a carrera infiltrado para ver la bandera a cuadros en la quinta posición. Sin embargo, esa gesta no ocultaba un lastre físico que condicionó su temporada, como también la fractura de esa misma clavícula que sufrió Dani Pedrosa tan solo un gran premio después, en Sachsenring. Las lesiones pasaron factura a los dos grandes favoritos por el título (que únicamente salieron sin acabar la carrera precisamente en Alemania) y al mismo tiempo, le dieron alas a un piloto que se encontró con la posibilidad de hacer historia en su primera temporada de MotoGP.
La opción de convertirse campeón en la clase reina a la primera era tan atractiva como realista, para un Marc Márquez que no se encogió en los cuerpo a cuerpo frente a Lorenzo y Pedrosa. De hecho, incluso para el balear, en algunas ocasiones llegó a ser excesiva su agresividad. “Yo en 2013 (cuando Márquez llegó a MotoGP) no aceptaba su forma de correr. Pero ahora tiene un poco más de respeto hacia sus rivales, las reglas son más estrictas que hace diez años”, resaltaba Jorge en el ‘Festival dello Sport’ que organizó La Gazzetta dello Sport. A pesar de la rivalidad que existía en ese momento, una vez llegó su retirada el pentacampeón nunca dudó en destacar el talento del piloto de Cervera, al que ahora reconoce como “una bestia a nivel deportivo” a pesar de todo el sufrimiento por el que atravesó desde 2020.
Todas esas lesiones importantes que Márquez fue capaz de evitar durante años y años, le sacudieron de golpe a raíz de su caída en Jerez durante la temporada que marcó la pandemia. Un regreso temprano para no descolgarse del título como el que protagonizó Jorge en su momento, también favoreció a la recaída en la operación del húmero derecho del octocampeón. Detrás llegaron otras dos temporadas lastradas por el físico y una tercera por una moto imposible, que a pesar de todo no han hecho perder la perspectiva de quién es Marc. Porque “sin todos esos problemas, habría ganado al menos dos o tres mundiales más”, dice convencido Lorenzo.