“El mejor trofeo” para Ducati

Apenas le ha dado tiempo para recuperarse del susto, pero Bagnaia no duda. El campeón del mundo se presentará este jueves en Misano con la intención de salir a pista para los primeros libres del GP de San Marino y poder disfrutar de un fin de semana de carreras en el circuito de casa. Con ganas de sentir el calor de su afición, el italiano tendrá que pasar antes por el centro médico y recibir el apto de los doctores tras su terrorífico highside y la peor embestida que sufrieron sus piernas al ser atropellado por otro moto. Todo un milagro que se saldó sin consecuencias mayores para el piloto oficial de Ducati que, después de pruebas mayores en el hospital, salió por su propio pie (aunque con ayuda de unas muletas) con grandes contusiones, pero sin tener que lamentar ninguna fractura que ponga en duda su presencia en Misano.

De hecho, él mismo ha sido el encargado de confirmar que su intención probarse y trabajar al máximo si su cuerpo lo permite: “El domingo he vuelto a casa junto con el equipo y después de descansar un poco he empezado ya a concentrarme para intentar estar listo en Misano. El jueves pasaré el control médico y si los doctores me dan el OK podré salir a pista el viernes para mi Gran Premio de casa. El GP de San Marino y de la Riviera de Rimini es siempre una cita especial para los pilotos italianos, sobre todo para los de Ducati. Daré el máximo para intentar correr el sábado y el domingo”. No corrió la misma suerte su compañero, Enea Bastianini, operado con éxito de sus dos fracturas y por las que estará de baja en los próximos tres grandes premios. Para este primero de San Marino, el italiano no tendrá reemplazo.

Y aunque el fin de semana no fue, ni de lejos, lo que se esperaba vivir Ducati en un principio, el director general de la marca, Gigi Dall’Igna, dedicó su habitual comentario técnico post-carrera a hacer una reflexión y agradecer a todos sus trabajadores por el empeño de cada fin de semana: “Un gran abrazo a todo el equipo, unidos en la preocupación que provoca el gran susto, y a nuestros pilotos, estos guerreros nuestros, que llevan a la pista el trabajo realizado por el equipo, finalizando ese trabajo con todo el empeño y determinación, coraje y talento de que son capaces, poniendo siempre todo de su parte con los riesgos que ello conlleva, en un deporte extremadamente apasionante y a la vez tan peligroso. No lo olvidemos nunca. El domingo, sí, ¡al final todo salió bien! Que ahora podamos sonreír es el final más bonito para un día difícil, el mejor trofeo posible”.