El gran cambio de Márquez

Desde que salió por primera vez con la Ducati a pista, la sonrisa delató a Marc Márquez. Las primeras sensaciones con la Desmosedici fueron positivas y Frankie Carchedi, su jefe de mecánicos en Gresini, no lo oculta en Crash.net: “Marc fue rápido inmediatamente en Valencia”. La esperanza volvía a inundar el garaje en el que se encontraba el octocampeón e incluso se le incluyó en el plantel de favoritos, a pesar de que su discurso siempre mantuvo un perfil bajo. Especialmente porque el primer podio con el prototipo italiano no llegó hasta el GP de España en Jerez (al esprint se estrenó en Portugal, la segunda carrera del año) y desde que comenzó el curso, encontrar una vuelta rápida se convirtió en un caballo de batalla que le acompañó hasta la vuelta de las vacaciones.

“Cuando estás probando puedes tomarte las cosas con calma y trabajar según tus programas”, justificaba Carchedi, sobre el porqué a pesar de la velocidad que exhibió Márquez en la primera toma de contacto con la Ducati e “incluso en las simulaciones de carrera en Sepang y Qatar”, una vez comenzó el curso no fue decisiva. Los tiempos marcados por el programa de un gran premio hacían que la necesidad de Marc fuese encontrar una referencia competitiva, con un neumático blando que no acababa de entender. Y eso sacrificaba el resto de fin de semana. La llegada del calendario europeo sacó a relucir especialmente esa debilidad y el español llegó a admitir que vivía “una pesadilla” durante los sábados. Hasta que en Silverstone llegó un punto de inflexión.

A pesar de que en la ronda británica Marc ya tenía asegurado su contrato con el equipo oficial de Ducati y Gigi Dall’Igna, director general de la fábrica italiana, aseguró que la clasificación sería “un problema que resolverían rápidamente” en su llegada al box rojo, no hizo falta esperar a 2025 para encontrar la solución. Márquez comenzó a seguir su propio método de trabajo junto a una Desmosedici que tiene “una técnica para hacer una vuelta rápida y sacar lo mejor de ella”, como explicaba Carchedi. Y el ingeniero que guió a Di Giannantonio hasta su primera victoria en MotoGP y a Joan Mir al título mundial con Suzuki (en 2020), también logró llegar al éxito junto al piloto que llego al garaje de Gresini para reencontrarse.

De no hacer “muchas Q2 directamente en la primera mitad del año” a llegar “a la Q2 con bastante facilidad”. “Eso fue lo más grande que cambió a lo largo del año” Márquez y el gran paso adelante que, más de 1000 días después, le llevó de nuevo hasta lo más alto del podio en MotorLand. Porque eso permitió que “la estrategia (del fin de semana) cambiase, ya que puedes trabajar en tu ritmo de carrera y todo lo demás durante más tiempo“. A partir de ese momento Marc aparcó las remontadas (con excepción de Australia a causa del tear-off)y regresaron las exhibiciones y salvadas marca de la casa. “Quizás las cosas podrían haber sido diferentes si hubiéramos tenido su primera victoria antes”, lamentaba el británico, consicente de que “es muy difícil para alguien en su primer año (con una moto diferente) decir ‘bang’ de inmediato”. Sobre todo, en un curso donde la prioridad era otra bien distinta.

“Márquez se convirtió en el más competitivo”

A lo largo de 2024 Márquez nunca quiso sorprender, sino reencontrarse como piloto. Y sus tres victorias (a la de Aragón le siguieron Misano y Phillip Island) junto a su competitividad en las curvas rápidas a derecha, demostraron que seguía siendo capaz de lo mejor: “Esas curvas rápidas siempre le han costado más. Sepang y Cataluña son probablemente las dos pistas que más detesta y de hecho fuimos los más rápidos en el último sector de la carrera en Montmeló, que son puras curvas rápidas a la derecha. Desde el punto de vista personal, eso fue muy bueno. Porque a partir de algo con lo que tenía problemas o que no le gustaba, se convirtió en el más competitivo”. Aunque lo más importante, es que el octocampeón renació en una temporada decisiva.