Ducati juega en otra liga
La marca italiana es la segunda en la historia que enlaza una decena de triunfos consecutivos en MotoGP. Anteriormente sólo lo había conseguido Honda.
Si por algo sorprende especialmente la crisis por la que atraviesa Honda en la actualidad, es porque se trata de la marca más laureada en la historia de MotoGP. Desde la sede de Tokio acostumbraban a ver cómo llegaban de manera ininterrumpida trofeos a sus vitrinas, pero en el último lustro la situación ha cambiado por completo para una marca que, sin embargo, a nivel de números sigue siendo la referencia. Porque en su mejor momento dentro del Mundial, Ducati continúa a la zaga de las cifras de las que presume la marca del ala dorada. Y de hecho, en la fábrica japonesa, los de Borgo Panigale encuentran la próxima marca que pueden batir dentro de la categoría reina después del triunfo que les dio Bagnaia durante el estreno de la temporada en Qatar.
El bicampeón de la clase reina comenzó el curso de la misma manera que despidió el anterior: con victoria. Y aunque puede parecer un triunfo cualquiera, más allá de reconocimientos, demostración de fuerza y otros tantos alicientes que van implícitos a ser el primer ganador del año, esa victoria tuvo algo de especial porque Pecco permitió a Ducati empatar un hecho histórico que hasta ahora, únicamente había logrado Honda en la categoría (2003). La primera posición de Bagnaia hizo que los de Bolonia se convirtiesen en la segunda marca que encadena una decena de triunfos en la era MotoGP de manera consecutiva. La racha comenzó en el GP de San Marino durante el pasado curso y con las victorias repartidas entre Martín (3), ‘Pecco’ (3), Zarco (1), Bezzecchi (1), Bastianini y Di Giannantonio (1), hacer historia de manera definitiva está en manos de los pilotos de Borgo Panigale.
La falta de referencias en este dato evidencia la dificultad que entraña encadenar diez triunfos consecutivos en MotoGP, pero la superioridad de Ducati en la actualidad también ha demostrado que para los italianos, en este momento, no hay nada imposible. Con ocho monturas en pista, dos campeones en sus filas (con la llegada de Marc Márquez al Gresini) y hasta cinco pilotos que ya saben lo que es ganar con el prototipo italiano, hay alternativas suficientes para que el triunfo se reparta entre los pilotos de Bolonia. De hecho en Qatar, seis de las siete primeras posiciones estuvieron ocupadas por la Desmosedici.
Binder fue la excepción que confirmó la regla y sólo se quedaron fuera de ese grupo un Morbidelli que se estrenaba en Losail (después de cinco años con Yamaha) al manillar de la GP24 tras una lesión que le tuvo apartado durante toda la pretemporada y un Bezzecchi, que todavía tiene pendiente encontrar la manera de adaptar su estilo al prototipo de 2023. Porque tras ser uno de los pilotos más sólidos del pasado curso, una inoportuna lesión entrenando en el Rancho de Valentino Rossi ha truncado una proyección triunfal. Pero sea como fuere, el músculo exhibido por Ducati el domingo en Qatar plasmó cómo tienen opciones de sobra para seguir ganando y batiendo récords.
El récord de Honda, a tiro de dos
Con estas diez victorias consecutivas Ducati ha igualado la segunda mejor racha de la historia y tiene el próximo récord (también en manos de la marca del ala dorada) a tiro de dos; porque la mayor marca de carreras ganadas son las 12 victorias que consiguió Honda en un 2014 donde sólo dejaron escapar cuatro de las 18 que se disputaron. Márquez comenzó la racha precisamente en Losail y encadenó diez de un tirón, mientras que Pedrosa impulsó el marcador en Brno y el propio Marc sentenció la referencia en Silverstone. Entonces eran cuatro motos japonesas en la parrilla y para los de Borgo Panigale, con el doble de unidades en su poder, el más difícil todavía no lo parece tanto.