Bautista empieza con caída... pero espera la revancha
El español se fue al suelo cuando rodaba en el grupo de cabeza y acabó 15º. Bulega le dio el triunfo a Ducati y Iannone subió al podio en su regreso.
Olvídense de todo lo que han visto en los últimos años y tengan en cuenta, que este estreno del Mundial de SBK en Phillip Island, con la victoria de Bulega, pareció más un cambio de ciclo que la revancha entre los tres pilotos que han dominado el certamen de las motos derivadas en el último lustro. Porque sí, especialmente Bautista y Razgatlioglu estuvieron dando guerra en las posiciones de cabeza con Rea algo más perdido en la parte media de la tabla. Pero hubo quien pudo y de manera contundente con dos campeones que esperan invertir la tendencia con el paso de las rondas, pero que ya han podido comprobar que este 2024 no será un paseo triunfal con esos duelos a los que estaban acostumbrados. Lo que no quiere decir, que sean incapaces de seguir dejando highlights.
El primero de todos llegó a manos de un Bautista que firmó una de sus mejores salidas. El español, que arrancaba noveno, se puso en segunda posición y aunque podría haber cogido la cabeza que ocupaba Iannone para tratar de imponer su ritmo, prefirió esperar a verlas venir... y eso condicionó toda su carrera. El italiano, en su regreso a la competición después de cuatro años, dejó claro que no había tiempo que perder y demostró que todavía tiene lo que hay que tener para estar entre los mejores, en una carrera donde la tranquilidad apenas duró una vuelta. Porque a partir del primer paso por meta, las posiciones comenzaron a bailar sin descanso en un grupo donde se movían al mismo ritmo el piloto del GoEleven, Álvaro, Razgatlioglu, Locatelli, Lowes y Bulega.
El orden de mención no está relacionado con unas primeras posiciones que nunca tuvieron dueño y de las que se tuvo que despedir Bautista antes de tiempo. Lowes sacó al español de la trazada perdiendo posiciones y una curva después, en la 10, el piloto de Ducati trató de pasar a Bassani pero perdió la dirección y se fue al suelo. Era la cuarta vuela y estaba todo por decidir, por eso Álvaro recuperó su Panigale y volvió a pista para acabar en una 15º posición que le deja con ganas de revancha: “El ‘feeling’ con la moto está mejorando día tras día y mañana tenemos otras dos oportunidades para, pasito a pasito, ir llegando a nuestro máximo”.
Ventana de paradas
A la tormenta no le siguió la calma, porque la gran novedad del fin de semana alteró todavía más el orden. Se abrió la ventana de paradas en boxes entre las vueltas 9 y 11. En el primer giro permitido cambiaron gomas Iannone, Bulega, Lowes, Razgatlioglu, Bautista y un Rea que desde hacía tiempo estaba en otra carrera. De hecho el norirlandés, con la Yamaha, fue 17º en un día donde ni siquiera tuvo acceso a los puntos. Y de toda esta maniobra fue el compañero del vigente campeón quien salió mejor parado. Nicolo mandaba en la tabla tras una pasada al piloto del GoEleven en la curva 1 y de ahí hasta el final, soportó el peso de una carrera donde hizo historia.
Bulega vio la bandera a cuadros antes que nadie y pudo celebrar su primer triunfo en la categoría pero también, el haber sido el primer piloto capaz de ganar en su debut en SBK desde que Bautista lo hiciese en 2019. Más allá de las heroicidades, este triunfo deja claro que la Ducati sigue siendo una moto ganadora y su piloto, pudo liderar un podio totalmente italiano que Iannone tuvo que sudar. Porque Locatelli remontó de la sexta a la segunda posición gracias a una estrategia alternativa (paró en la vuelta 11 más tarde que nadie), pero Iannone tuvo que demostrar que no estaba aquí de casualidad, y defendió el bronce con galones ante Lowes y un Razgatlioglu, que comienza quinto en su estreno con BMW. Las cosas han cambiado...